XLII

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Jonathan

Me siento exhausto, como si hubiera corrido varios kilómetros sin descanso. Mi cuerpo tiembla y mis ojos se humedecen cada vez más.

Finalmente me quiebro, caigo en el quebranto inevitable que sabía que vendría después de leer su carta. Mi cabeza se apoya en una mano mientras la otra sostiene el papel que una vez sostuvo él y me siento tan débil, siento que soy un cristal en un mar de lava, una presa rodeada de depredadores. Estoy desnudo, estoy expuesto y con la más grande de mis tristezas a flor de piel.

De pronto, mi espalda siente un suave roce que va menguando progresivamente mis temblores.

—Lo siento mucho.— susurra ella.—Debi haber esperado para dartela.

—No, no te preocupes. Tenía que ser ahora, no hubiera sido correcto esperar.— me giro y observo su hermosura y me encanta que haya un rayo de luz en tanta oscuridad.—Gracias por estar acá.

—Basta de agradecerme, sabés que no me molesta.

Me acerco a la fogata hogareña y comienzo a preguntarme que debería hacer con esta carta. ¿Quemarla ahora? ¿quemarla después? ¿no quemarla nunca? ¿correr el riesgo de que Magui pueda leerla?

Siento como Ariana se sienta a mi lado en el fuego mientras sentimos el calor que este emana.

—¿Que significa estar "dentro del fuego"?— pregunta repentinamente y yo me giro para mirarla confundido.

—¿Quien te dijo eso?

—Chechu, fue su manera de darme la bienvenida o algo asi. ¿Que significa?

—Es un chiste, de mal gusto si me lo preguntás, y no tiene gracia a menos que trabajes en el taller de Rocky.

—¿Es bueno o malo?

—Es una jerga interna. Hace referencia a las personas nuevas o a algún integrante familiar nuevo. Creo que Enrique es el que la inventó.

—¿Que es Enrique de Rocky? ¿Familiar?

—Algo así, no tienen la misma sangre pero Enrique prácticamente crió a Rocky cuando sus padres lo abandonaron en la calle a los seis años.

—Guau, que vida difícil la de ustedes... Entonces ¿estar dentro del fuego es hacer lo que ustedes hacen?

—Se podría decir que si. No me gusta mucho esa frase, pero entiendo la razón por la que la usan. Pero ¿por qué te dijo eso?

—Bueno, por que...— mira hacia abajo mientras se acomoda y comienza a hacer círculos invisibles en el suelo.—Le dije que me quería quedar con vos y... bueno, eso.

Trato de no decaer por eso. La amo, quiero estar con ella, pero entiendo que solo quiere estar conmigo por que me ve vulnerable y quizás cuando todo vuelva a la normalidad se dará cuenta de lo peligroso que somos juntos y la misma mierda de siempre.

—No querés estar dentro del fuego Ariana.

—Tal vez ya estoy.

—Bueno, entonces salí cuanto antes. Ya sabemos cómo termina esto.

—Si, lo sabemos, sin embargo acá estamos Jhoni. Mas de medio año después sintiendo lo mismo pero potenciado.

En su labia se esconde el deseo, resguardado en pequeñas respiraciones casi imperceptibles que denotan sus intenciones.

—Ariana, me equivoqué al pedirte que te quedes. Estás de novia y...

—¡Ya no!— exclama con prisa y yo la miro confundido.—Ya terminé con Mariano. No iba a funcionar.

Dentro del FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora