Ariana
Descubrir algo nuevo en mi es siempre una aventura. Me encuentro a mi misma sintiéndome rara, incompleta, media vacía, como si de forma repentina algo importante me faltara y me faltó toda la vida y nunca tuve la inteligencia suficiente como para darme cuenta de que era.
Estoy lavando los tomates y las lechugas pero a la vez es como si no lo hiciera. Estoy acá pero no estoy. Mi cuerpo está en casa de mis tíos pero mi mente divaga por la entrada de la escuela esta tarde, pasea por los arboles secos, por las paredes rayadas y de pronto se detiene en Jonathan. Y vuelvo a ver sus ojos oscuros agradeciéndome, vuelvo a repetir la suavidad de sus palabras brotando de sus labios agrietados... vuelvo a él... y de repente me pregunto ¿porqué? ¿porqué vuelvo a él?
"No seas tonta Ariana" me digo a mi misma. Es simplemente un chico atribulado a quien le hiciste un favor, nada más. No tiene porqué significar algo... porque no tiene que significar nada ¿no?
-¡Hey te estoy hablando!-Veo de pronto a mi madre chasqueando nuevamente los dedos frente a mi.-¿Me querés decir porqué estás tan colgada últimamente?
-Nada. No es nada.
-No me gusta que haga eso. Parecés retrasada, no quiero volver a verte así.
-Perdón ma.-dice mi boca tratando de aguantar las verdaderas palabras que incluirían recalcarle que no use irrespetuosamente la palabra "retrasada" como un insulto y que me deje en paz ya que lo único que vengo escuchando de ella desde que llegó con tres horas de retraso son solamente reclamos estúpidos.
En la mesa se encuentra casi toda la familia. Mis tíos, mis dos primos: Rocío de 9 años y Matias de 6, a quien acompañé esta tarde en su primer día de primaria.
-Carlos te pasaste. Esta carne está muy tierna.-dice mi padre elogiando a su hermano por el asado.
-La conseguí en descuento donde el Cholo. Ese sabe que yo sé de carne y es mi amigo asique no le quedó otra.-responde mi tío Carlos.
Ahora que los veo a los dos me doy cuenta de que tienen el mismo color de ojos. Es un verde aqua hermoso que contrasta con la palidez de sus avejentados rostros. ¿Porqué no pude simplemente heredar ese color de ojos? Ni siquiera mis ojos son bellos. Creo que tengo una especie de maldición física o algo así.
-Isabel ¿Como están las cosas en el banco?-pregunta mi tía Carla.
Quien también, a pesar de estar avanzada en edad, es una mujer sumamente hermosa. Mi tío Carlos dice que nunca mereció una mujer tan linda... ¿Alguna vez un hombre dirá algo así de mi? ¿Causaré algún día suspiros en alguien? ¿Será que quizás ahora mismo halla alguien que piense en mi simplemente?
-Bien. La directiva estuvo evaluando el desempeño de nuestro sector y se mostraron muy complacidos con nuestra labor.
-Eso es porque sos una gran mujer.-dice mi padre sosteniendo su mano.
-Brindemos entonces por este gran avance.-dice mi tío Carlos alzando su copa llena de vino.-¿Que hay de mi sobrina? Este es tu ultimo año ¿Que vas a hacer el año que viene?
-Administración de empresas. Ya lo pensé bastante y creo que es la opción que más me gusta.
-Que bueno hermosa. Lo vas a hacer genial.-Comenta mi tía Carla y le agradezco.

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Dentro del Fuego
RomanceAño 2002. Argentina sigue sufriendo las consecuencias de la crisis económica. Ariana es una joven de familia y amigos, es amable y cariñosa y se encuentra cursando su último año escolar, pero nadie sabe (ni siquiera ella misma) que esconde un secret...