V

78 6 0
                                    

Ariana

Estoy tirada en una especie de baldío enorme, todo es gris, arriba hay un cielo nublado cargado de densa lluvia a punto de salir. Al parecer no puedo levantarme, es como si estuviera atada al suelo. Miro hacia un costado y veo una figura, parece ser una persona con un tapado negro largo y una capucha que cubre su rostro... está quieto, muy quieto, de pronto levanta su rostro y veo una horrible máscara de pájaro con un pico muy largo. Tiene los ojos saltones casi saliendose de sus cuencas y le chorrea sangre de los mismos... ¿porqué está tan quieto? ¿Y porqué hay tanto silencio?... comienzo a asustarme, simplemente me daría más miedo si me estuviera acechando de a poco pero esta criatura está espeluznantemente quieta... por favor que se mueva... ¡Dios mio! ¡Hacé algo! ¡Matáme pero no te quedes tan quieto!

-¡Ariana!-grita Cami sacudiendo mi brazo.-¿Estás bien?-me doy cuenta que estoy en mi habitación... solo fue una pesadilla.

-Perdón, te desperté.

-¿Que es todo este escándalo?-pregunta mi mamá entrando por la puerta, su camisón rosado está arrugado por el intenso sueño interrumpido.

-Chicas ¿Puedo entrar?-pregunta mi padre desde afuera de la puerta.

-Si. Estamos en pijamas.-contesta Cami.
Mi padre entra a la habitación, se arrodilla a mi lado y agarra mi cara sudorosa mostrando preocupación.

-Mi reina ¿que pasó?

-Nada pa, no sé, fue algo horrible...-comienzo a trabarme y de pronto quiero llorar pero hago fuerza para contener este estúpido impulso.

-¿Te sentís bien?

-Dios mío Ruben, estaba teniendo una pesadilla, tampoco se estaba muriendo.

-Pero gritaba muy fuerte.

-Estoy bien pa. Perdón por despertarlos.

-No pidas perdón amor. Cualquier cosa que necesites, me avisás ¿si?

-Si pa, gracias.-le digo y él se va, pero mamá queda mirando en el umbral de la puerta con los brazos cruzados.

-Apuesto a que vieron una película de terror antes de dormirse.

-No ma.

-No señora no vimos nada, se lo juro.-agrega Cami con cada uno de sus pelos encima de su cara.

Mi madre nos mira entrecerrando un poco los ojos, sospechando, analizando, sacando conjeturas seguramente erróneas o altamente acertadas, no sé, pero lo que si sé es que en este momento la odio con toda mi alma.

Cami y yo nos miramos.

-Perdón amiga.-digo haciéndole puchero.

-¡Basta de pedir perdón! ¿Que carajo soñabas? Gritaste muy fuerte ¿no te duele la garganta?

-No... no me acuerdo. Vamos a dormir mejor.

-Ok. Tranquila, después de una pesadilla ya no se vuelve a soñar. Lo dice la ciencia.

-Ok. Gracias, aunque dudo mucho de esa teoría.-digo riéndome y apagamos la luz.
No pasan ni diez segundos cuando Camila vuelve a hablar.

-Ari... ¿no será que soñaste porque vimos "El proyecto de la Bruja de Blair"?

Ir a la escuela es siempre un calvario pero cuando Cami viene a dormir todo se vuelve más liviano. Tenerla a mi lado mientras desayuno, mientras me lavo los dientes y mientras evito a mi madre es un verdadero alivio. Por lo menos es toda mía hasta que llegamos a la escuela y se pierde en los brazos de Cristian.

Dentro del FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora