Ariana
La incomodidad en el aire es casi palpable. Y lo peor de todo es que emana de Camila y de mi. Me siento un poco culpable, ambas estamos haciendo el esfuerzo por canalizar la tensión pero ciertamente se torna imposible. Cada vistazo disimulado, cada pequeño gesto, cada palabra mal intencionada, cada respiro de fatiga que fluye a través de nosotras es una pequeña flecha para el campo enemigo.
La batalla es incierta y sin dudas carente del sustento argumental correcto pero se siente cómo una batalla de todas maneras.
—Ok, ya me iba igualmente.— decido lanzar la primera piedra y espero la reacción de Cami.
—No quiero que se vayan, nada más no quiero que tengan problemas por mi.— aclara Jhoni mirándome y casi siento que me suplica que me quede.
—No importa Jhoni, no te preocupes.— Cami se acerca y su mano comienza a acariciar su antebrazo.
La muy yegua le sonríe de costado y levanta una ceja. Sé que ese es su "gesto seductor"... Le voy a quitar lo seductora de una sola trompada.
—Cami ¿vamos juntas?— pregunto y la miro buscando complicidad con mis gestos.—Así de paso charlamos un rato.
—Eee, si, claro.— se hace la desentendida, zorra de cuarta.—Ok, apenas me necesites avisame ¿dale?
Jhoni se pone en pie y la abraza y yo soy una espectadora mirando una función de la que no soy parte. De pronto siento un poco de aversión a lo que veo, cómo si dos hermanos estuvieran besándose, sé que no es nada parecido ni de cerca pero sin embargo esa clase de asco siento.
Su abrazo se rompe y él se acerca a mi, quizás con la intención de que lo abrace pero ahora él parece contaminado para mi. Está manchado y sucio y no tengo intencion de limpiarlo.
Si, lo sé, es egoista y horrible de mi parte pero no puedo dejarme de sentir así.
—Mi lady.— me sonríe y hago mi esfuerzo propio por devolver la sonrisa.
—Sir Jonathan...— su mano toma la mía y comienza a abrir la boca para decir algo pero se contiene. Y sé exactamente qué es ese "algo".
—Voy a volver, lo prometo.
—Gracias.
Nuestras manos se separan, Cami y yo nos miramos y ambas concordamos silenciosamente que debemos irnos. Saludamos con la mano a Rocky y Chechu que nos devuelven el saludo desde la cocina. Magui está demasiado ocupada viendo TV como para despedirse y sinceramente no quiero molestarla.
La brisa pre-veraniega comienza a sentirse afuera. A pesar de los fuertes vientos diarios o lluvias intensas, suelen aparece noches así y este tipo de noches calmas hay que aprovecharlas.
—No me voy a ir a casa.— sentencio antes de pensarla más. Camila se dan vuelta y me mira confundida. Aún no hemos cruzado la vereda de la casa de Jhoni.—Voy a volver con él.
—¿Estás loca? Nos pidió que nos vayamos.
—Él quiere que me quede, estoy segura.
—¿Él quiere? ¿No será "yo quiero" lo que estás tratando de decir?
—No hagas esto más difícil. Quería que sepas lo que voy a hacer por que no me gusta ocultarte cosas.
Su entrecejo se frunce. Está enojada, lo sé. Pero no es mi problema, por lo menos no ahora.
—Escuchame, Jonathan está pasando por un momento muy difícil, y hay que respetar eso.
—¿Que estás tratando de decir?

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Dentro del Fuego
RomanceAño 2002. Argentina sigue sufriendo las consecuencias de la crisis económica. Ariana es una joven de familia y amigos, es amable y cariñosa y se encuentra cursando su último año escolar, pero nadie sabe (ni siquiera ella misma) que esconde un secret...