Tenías que ser tú.

6. Desesperación.

Pego un brinco en la cama, ya me habia quedado dormida de nuevo.
Entre abiertos y cerrados mis ojos alcanzo a leer
Llamada entrante📞
–Hospital Ronald Reagan UCLA.
+1 310-825-9111.

Al leerlo las manos me sudan y el cuerpo me tiembla. Una parte de mi no quiere contestar, pero puede ser alguna noticia de Ga, así que tengo que hacerlo
—pienso mientras quedó viendo el celular—.

Ya había repicado dos veces
Repica una vez más y respondo;

–Aló —Con una voz quebrantada—.

–Aló, buenas noches señorita, disculpe que la llamemos pero es usted familiar de la señora que se desmayo hoy y del paciente de la habitación 05?.

–Si, dígame? Ga, esta bien?. —inquiri—.

-Si, el paciente hasta el momento esta bien. Continuamos esperando a que pase la noche. Pero la llamo porque he intentado comunicarme con la señora a los números que dejaron anotados en la planilla y ninguno responde, dado que ahorita que unas enfermeras fueron a limpiar la habitación en la que estuvo tras el desmayo encontraron su cartera y queríamos comunicarlo para que viniera a retirarla a recepción. —explica—.

—Suspiré— es una alivió que no sea una mala noticia.

–Le puedo dar su número convencional para que le llame, seguro ahí le atienden. —respondo—.

–Perfecto, dígame?.

—+1 315-678-9111 —dicto—.

–Gracias, que descanse. Estamos en contacto.

—Corto—.

Me quedo sentada en la cama tocandome con mi mano el pecho y dando gracias a Dios en mi mente porque Ga, sigue estable.

Veo la hora 7:50 pm.

Me levanto de la cama, me dirijo a la cocina a buscar que comer, no habia cenado, y no había almorzado. Lo que me anda de pie es el suero que me sumistraron después de haberme desmayado.

Exprimo unos limones, me hago una limonada fuerte eso levanta a cualquiera que este decaído, —según mi madre— frio un huevo y me lo como con pan.

Me siento en el sofa de la sala. Busco que ver en la Tv.
Paso y paso los canales, ni siquiera estoy atenta de lo que hay en cada canal solo los paso una y otra vez hasta que mi celular suena otra vez.

Es la alarma⏰; otra media ha pasado.
8:20 pm.

—la veo, pospongo y sigo cambiando canales—.

—Suena mi celular🎵—.

Esta vez no era la alarma sino un whatsApp🗨 de mis padres.

–Hola nena. Ya estamos en el hotel pasamos todo el día conociendo el país. Alexandra se esta divirtiendo mucho, y tú padre y yo también. Estamos exhaustos te mandamos un beso mi amor, en 4 días llegamos a los Ángeles descansa. Te amamos.

–Hola Ma, buenas noches que bueno que se la esten pasando al máximo, lo necesitaban. Saludos, también los amo.

—Bloqueo mi celular—.

—Suena la alarma⏰—.

–Rayos otra media hora ha pasado 8:50 pm, voy a cambiarla si suena cada media hora me desespero más —digo en voz alta—.

—Desbloqueo mi celular y pongo la alarma para que suene cada hora—.

Me levanto del sofá, y me voy acostar a la cama, al menos tengo que descansar un poco —pienso—.

💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤💤

Zaz, pego un golpe en el piso al caerme de la cama auch —me quejo— me despierto imediatamente, me levanto del piso y empiezo a buscar en mi cama sobre las sabanas y almohadas mi celular hasta que lo encuentro, lo enciendo y me indica 0% esta pila ¡rayos!—farfulle— encendí la luz de la habitación busque mi cargador desesperada lo pongo a cargar, y no se que hora es.

Lo enciendo y es la 7 am ¡OH POR DIOSSSSSSSS!
—grito— Me dormí.

Tengo cientos de llamadas y mensajes en WhatsApp de los padres de Ga, y de Eithan, mi celular no me permite revisar y se apaga porque no tiene ni el 1%.

Me meto al baño, desesperada, no me lavo el cabello, salgo en cuestión de 5 minutos, agarro un vestido del tiradero de mi closet y las primeras sandalias que veo, las llaves del auto y salgo directo al hospital con la mente en blanco y el corazón en mis manos porque no se que ha pasado, y peor aún si Ga sobrevivió la madrugada...