19. Estupefacta.

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Esta una cadenita de plata con un dije de libelula, una pulsera, unos aretes, un anillo, dos labiales, 2 brochas para untar maquillaje y una vanidad

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Esta una cadenita de plata con un dije de libelula, una pulsera, unos aretes, un anillo, dos labiales, 2 brochas para untar maquillaje y una vanidad. Cosas que obviamente no eran mías. Nunca había dejado maquillaje en el auto de Gabriel, siempre tenia todo en mi auto y rara vez salíamos en el suyo así que nada de eso es mío, mis prendas no son de plata; a mi no me gusta La Plata solo tengo oro y acero bañado en oro.

—Me siento en una esquina de la cama y empiezo a recriminarme—.

–¡Diablos! como pude ser tan estúpida debi haber revisado esto desde un principio me hubiera ahorrado tanto dolor... casi 6 meses de mi vida pensando que Gabriel no merecía estar ahí y merecía todo mi amor, todo de mi, pase todo ese tiempo cansandome, llegando con las completas a verlo y viniendo con las últimas a casa, con fuertes dolores de cabeza por mi trabajo, con las completas a estudiar para mi Tesis y ¿Para qué? Para darme cuenta de que no valía nada.
—lo digo entre gritos y lágrimas—.

Ahora entiendo que Dios sabe porque lo puso en esa situación no hay dudas, los planes de Dios son perfectos. Quizás tenia que pasar este accidente para que yo me diera cuenta de su falsedad. —pienso—.

Me quedo viendo las cosas una y otra vez y me logró dar cuenta que la cadena esta reventada y lloro aún más porque entiendo la referencia. Una cadena reventada en el auto de Gabriel que más puede ser la hizo suya también ahí.

Maldición Gabriel, por qué? —grito— yo no me merecía todo esto.

Me acuesto en la cama, empiezo a dar golpes a mi colchón y repito una y otra vez;
Maldita sea, maldita sea. —entre llantos—.

No puedo explicar cómo me siento, lo duro que es esto, o lo rota que estoy, pero si se que esta frustración no se la deseo a nadie y que este dolor ni a mi peor enemigo.

Tenía a Gabriel en un pedestal y se bajo solito. Mato de golpe todo el amor que le tenía, como pudo tirar a la basura casi 6 años de relación, como pudo ver mi carita toda ilusionada y tener el valor de pedirme matrimonio estando con alguien más.
–¿Que clase de persona es mi Dios? —lloro—.

—Desbloqueo mi celular y me limpio las lágrimas—.

Entro a WhatsApp y busco a Eithan le quiero escribir quiero saber si el también es un estúpido mentiroso, si él también se esta riéndo de mi.

Entro a su conversación y veo que está en línea mis pensamientos están dándome vueltas quiero decirle hasta de lo que se va a morir me siento demasiado alterada por esa razón es que decido no hacerlo.
—bloqueo mi celular de nuevo—.

Me levanto a ponerme una pijama, me acuesto, trato de cerrar los ojos. —como que si con eso fuera olvidarlo todo—.

Tengo trabajo mañana —pienso— ya ha sido demasiado por hoy, tengo que tratar de descansar la mente aunque sea un poco, mañana llega otro nuevo cliente y soy yo quien tiene que atenderle así que tendré un día agitado.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora