28. La enfermera.

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–Yo

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Yo... no. Par...a nada no la conozco.
—responde tartamudeando—.

Por qué tartamudeas si?, ¿Por qué te pones nervioso?, ¿Qué me ocultas Gabriel?.
—pregunto con un tono de voz un poco alterado—.

Son imaginaciones tuyas mi amor, nada que ver. No la conozco y no tengo porque ocultarte cosas. Ven aquí mejor y dame un abrazo. —me dice con voz tierna y con seguridad en sus palabras—.

Demonios —pienso— cambia rápidamente sus respuestas y emociones. Es demasiado astuto.

Seguro Gabriel?. —vuelvo a preguntar con la esperanza de que sea honesto y me diga la verdad, pero nada, no lo hace. Solo recibo más excusas y acompañada de ellas un montón de mentiras—.

Claro que estoy seguro mi cielo, ven aquí.
—vuelve a insistir—.

Me le voy acercando despacio cuando...

—tocan la puerta de nuevo—.
Toc...toc...

—Que alivio —digo en mi mente—, no queria estar cerca de este maldito mentiroso nuevamente.—.

—Entra a la habitación toda la familia—.

Buenas, buenas ya hablaron par de tortolitos.
—dice Doña Sugey—.

Si mamá ya hable con la mujer de mi vida.
—responde Gabriel—.

—yo solo sonrió—.

Siento que me ahogo con todos ahí. Fingiendo una comodidad que no siento, un amor que no siento, una falsedad tremenda que solo logra asfixiarme y querer sacar todo lo que llevo por dentro así que para disimularla me excuso;

Bueno, bueno yo ya estuve con él un buen tiempo, ahora les toca a ustedes. Yo tengo que ir al baño.
—expreso—.

—entra el Dr Sabdiel a la habitación en ese momento—

Buenas familia disculpen que interrumpa esta amena charla. Ya mi paciente necesita descansar ha sido un día muy agitado ha vuelto a la vida, y eso es lo importante. Familia vayan despidiéndose.
—añade—.

Ufff ya era hora —pienso—.

Me voy, tengo que ir al baño de emergencia —me río sarcásticamente— como yo era tan dulce y nunca había sido sarcástica con Gabriel, bueno ni con nadie, no tenía esa malicia en mi corazón el no estaba notando que en realidad desde que lo vi, solo había estado haciendo un juego de palabras, fingiendo emociones, sentimientos, sonrisas.

Esta bien mi amor, pero mañana vienes.
—me dice—.

Claro. —respondo cortante—.

—Camino hacia la puerta—.

Espera, espera Heaven y mi beso que?.
—me dice alzando un poco la voz—.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora