17. ¿Qué hay de malo conmigo?.

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—Suena mi celular🎵—

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—Suena mi celular🎵—.

Llamada entrante📞
–Madre.

Me regreso al auto, trato de tranquilizarme para poder responderle seguro esta preocupada —pienso–van a ser las 10:00 pm y sigo sin llegar a casa.

Me quedo 5 minutos en el auto buscando la forma de calmarme. Mi madre me conoce bien, y si escucha que algo no anda bien con el tono de mi voz se dará cuenta de inmediato que ocurre algo y la verdad es que yo no se como decirle de esto que me esta pasando, la voy a lastimar, los voy a lastimar a todos con esta realidad
—pienso—.

—Suena nuevamente mi celular🎵—.
Llamada entrante📞
–Padre

—Respiro hondo, mi padre me conoce un un poco menos que mi madre así que a él todavía puedo mentirle y le respondo—.

Aló, si Dad?.

Heaven que ocurre? Por qué no has venido? no podemos dormir te estamos esperando.

Si dad, lo sé ya voy en camino el tráfico esta horrible, estoy saliendo del hospital, duermanse yo ando llaves, todo bien si, dígale a mi madre.

–Esta bien cariño, con cuidado, le diré a tu madre que ya vienes en camino porque está bastante intranquila y mañana nos tenemos que levantar temprano.

–Si dad, dele un beso de buenas noches de mi parte y otro para usted.

—corto la llamada—.

Mañana es martes y todos tenemos obligaciones yo entro a trabajar a las 8:00 am.

Me coloco el cinturón y veo llegar al estacionamiento a la Joven rubia, se sube a un auto rojo e inmediatamente arranca, pienso en seguirla. En mi subconsciente es el primer pensamiento que se me viene, pero mi consiente no está de acuerdo sabe que no sería correcto así que no lo hago.

—Arranco y me dirijo a casa—.

Siento que es el viaje más largo de mi vida, he perdido la cuenta de cuántas lágrimas he derramado y sigo derramando me duele mucho el corazón, el pecho, el alma y cada parte de mi que ama y amo a Gabriel desde que lo elegí como novio.

—Veo turbio—, ni se como voy conduciendo, mi mente esta puesta en otro lado y no en el camino que debo seguir para llegar a casa.

—Freno—.

Casi choco a un joven que va pasando la calle pero afortunadamente reacciono a tiempo y pude frenar.

Me detengo en una esquina, me puso nerviosa y me alteró un poco el hecho de casi atropellar a una persona por mi imprudencia y mi dolor así que tomo un poco de agua, mojo mi cara y seco mis lágrimas aunque cada intento es inútil no hay como parar este dolor, a menos que me arrancasen el corazón.

—Vuelvo a respirar hondo y arranco nuevamente—.

Llego a casa, veo la hora;
10:10 pm.
Subo a mi habitación ni siquiera tengo hambre y de suerte todos están dormidos.
Cierro la puerta y me tiro en la cama empezando a llorar y a llorar nuevamente.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora