—El padre da inicio a la ceremonia—.
–Estamos aquí reunidos para dar inicio a la ceremonia eclesiástica de la señorita Heaven Rizo y el joven Asher Hassaní Samayoa bajo el amparo de nuestro señor Jesucristo. Sean todos bienvenidos.
—continua la ceremonia y posteriormente pregunta—.
–Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad y sin que nadie los presione?.
–Sí, vengo libremente. —respondo—.
–Sí, vengo libremente —responde—.
–¿Están dispuestos a ser fieles el uno al otro en el Matrimonio, durante toda la vida?.
–Sí, estoy dispuesta. —respondo—.
–Si, estoy dispuesto —responde—.
–Están dispuestos a recibir de Dios, responsable y amorosamente, los hijos y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?.
–Si, estoy dispuesta. —respondo—.
–Si estoy dispuesto. —responde—.
–Unan sus manos y expresen su consentimiento delante de Dios y de su Iglesia.
—Volteamos a vernos el uno hacia el otro, y unimos nuestras manos—.
–Yo, Asher Hassaní Samayoa, te acepto a ti Heaven Rizo, como mi esposa y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida. Porque has hecho de mi una mejor personas y quiero atesorarte por el resto de mis días.
–Yo, Heaven Rizo, te acepto a ti Asher Hassaní Samayoa, como mi esposo y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida. Porque has curado mis heridas y me has devuelto las ganas de vivir.
—El padre extiende su mano sobre la de nosotros—.
–El señor confirme con su bondad este consentimiento que han manifestado ante la iglesia y cumpla con ustedes su bendición. Y lo que Dios acaba de unir; que nunca lo separe el hombre.
—Después de la bendición, el padre rocía los anillos con agua bendita y nos los entrega—.
Asher coloca en mi dedo anular el anillo destinado, diciendo:
–Recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel. En el nombre del padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
—De la misma manera, coloco en el dedo anular el anillo destinado a él—.
–Recibe este anillo como signo de mi amor y de que siempre te seré fiel. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
—Ariadne y Loana le dan las arras al padre—.
El padre bendice las arras y rocía sobre ellas agua bendita.
ESTÁS LEYENDO
Tenías que ser tú.
Random¿Qué tanto podría cambiarte la vida darte cuenta que quién vos creías que lo era todo para vos, resulta ser el todo de alguien más?. Heaven penso que lo tenía todo, un trabajo estable como Higienista en una prestigiosa empresa en los Ángeles, su pro...