39. Palabras que llegan.

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—Ariadne se queda en la sala, creo que respirando o meditando

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—Ariadne se queda en la sala, creo que respirando o meditando. Se bien que la saque de sus casillas—.

10 minutos después...

—Escuchó mucho ruido en mi habitación, volteó a ver y es Ariadne dándole vueltas a las gavetas de uno de mis muebles—.

—la interrumpo—.

¿Que buscas?. —inquiri

Nada que te importe.

Demonios si que esta molesta —me digo—.

Como que nada que me importe si es mi habitación y mis cosas. —respondo—.

Busco tus álbumes. —responde—

Ah, esos están en la mesa de noche, en la última gaveta, estas perdiendo tu tiempo buscando ahí.

Gracias que amable. —responde sarcásticamente—

No seas sarcástica, no te enfades conmigo Café.
—le digo con una vocecita tierna—.

No estas siendo justa contigo y eso no te lo voy a dejar pasar. —responde mientras se agacha y empieza a sacar los álbumes de la mesa de noche—.

—Se sienta en mi cama, justo en frente de donde estoy acostada llorando—.

Sientate quiero que veas esto. —dice señalando el álbum—.

Son sólo fotos Ariadne, recuerdos, ya los vi todos he estado en cada uno de esos momentos ¿Para que rayos los voy a ver? No es momento. —respondo—.

Que las veas dije —alza un poco la voz— ¿ves esta foto?. —Pregunta subiendo el álbum y poniéndolo al frente de mi vista—.

Si, la veo, es de cuando salí de preescolar.

Bien. —responde y sigue ojeando el álbum—.

Ahora ve esta. —señal otra foto—.

Si, la veo es de cuando gane la Olimpiada de Literatura.

–Exacto. —responde—ahora esta—señala otra foto—.

Ah, esa es de mi promoción de 6to grado, estoy entregando bandera.

–Magnifico. —expresa y sigue ojeando el álbum—.

¿Que pretendes con esto?. —inquiri—.

Sigue esta. —dice en voz alta— mira Heaven.

Oh si, la recuerdo bien. Es de cuando mi grupo y yo nos llevamos el primer lugar compitiendo con 15 universidades del estado en la Feria Científica.

Si, así es. —responde y sigue ojeando—.

Bien, ahora ve esta.

–Ya Ariadne, para que voy a seguir viendo fotos?

–Solo mírala.

–Es de mi promoción de 5to año, y salí siendo la mejor alumna del centro, por eso tengo ese premio en las manos.

Ok. —responde y sigue ojeando—.

—yo solo la observo, y no entiendo a donde quiere llegar—

Ahora quiero que veas esta. —señalando una foto de mi primer año de carrera universitaria—.

Es de cuando me enamore de la Ing, y obtuve las mejores notas del año y me dieron un reconocimiento.

—saca su móvil—.
Ahora lee esto. —me da su celular—.

Es el mensaje que te envie el día que te conte que había pasado en mi defensa, estaba feliz.

–Exacto Heaven. ¿Sigues sin entenderlo?
No puedes tirar todo a la basura como sino te hubiese costado, lágrimas, frustraciones, clases, horas de desvelo, trabajo.
No puedes venir y decir que ya no vas a subir a recibir tu título como sino fuera importante para vos.
5 años invertiste en eso, amas tu carrera, amas la Ingeniería y me consta, es un orgullo que hayas llegado tan lejos, sos el orgullo de tus padres y de todos los que te queremos. Comprendo si, comprendo en serio que no estas pasando por un buen momento pero no puedes ser egoísta contigo misma, no puedes privarte de algo por lo que has trabajado tanto. Solo porque un imbecil te lastimó y no supo valorar el mujeron que sos. Al contrario Heaven debes entrar a ese auditorio, subirte a esa maldita tarima, tener la frente muy en alto y recibir ese título con mucho orgullo y satisfacción. Hace 5 años que has esperado esto. ¿COMO DEMONIOS ME DICES QUE YA NO IMPORTA?

—Yo solo me quedo callada llorando, Ariadne tiene razón, y sus palabras me están llegando—.

Heaven, yo se que sos vos quien al final va a decidir si ir o no. Pero con la decisión que esta tomando en este momento no estoy de acuerdo. Sos una excelente alumna, sos muy inteligente y mejor que cualquier otra persona que conozco. Y te apuesto lo que quieras a que seras tú la mejor nota y la mejor de la carrera.

—sigo callada escuchandola—.

Y disculpame si me estoy pasando y estoy tomando atribuciones que no me corresponden al quererte hacer entrar en razón. Pues ya esta grande para decidir. Pero soy tu amiga y siempre que algo no me parezca correcto lo diré. Tu ira no puede ser más grande que vos.

Pero bueno mejor me voy, te dejo a que medites con vos misma y si te alcanza el tiempo pregúntale a tu almohada. Te quiero —me da un beso en la frente y sale de mi habitación—.

—Yo solo me quedo callada. Ni siquiera la detengo—

–Pum —suena la puerta, salió del apartamento—...

Me dijo una cruda realidad.


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Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora