30. Tragos amargos.

76 18 12
                                    

–Tu qué? Por Dios Victoria habla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tu qué? Por Dios Victoria habla. —alzo un poco la voz, me estoy empezando a enfadar—.

Yo fui quien hace un par de meses te escribo en Messenger, cree un perfil y te deje un sms contándote lo que tu prometido estaba haciendo. No tuve el valor de hacerlo personalmente y con el nombre de tu planilla y apellido logré encontrarte. Las fotos que envié las guarde de los estados que publica Johana en WhatsApp.

Dios mío fuiste tú. —respondo asombrada—.

Si fui yo, lo hice días después de enterarme de todo pero tu nunca leíste los mensajes, así que esperé que en algún momento lo hicieras. Y veo que lo hiciste... ¿Entonces ya lo sabes absolutamente todo? —cuestiona—.

Podria decirse que si, aún no se porque fue capaz de hacerme eso y de como demonios no le importaron casi 6 años de relación. —lloro—.

No llores más, tranquila ahora lo sabes y yo siento que me he quitado un peso de encima ya no podía con eso. Se que mi mensaje te debió haber lastimado mucho y de verdad lo lamento, se que igual estás palabras que te he dicho te están doliendo pero es la realidad. Lleva 2 años saliendo con Johana, le compra todo lo que ella le pide, la llena de lujos, y hasta de amor podría decirse.

Para, por favor ya no digas más.
—Me ataco a llorar, el pecho se me contrae, siento un nudo en la garganta y solo me quiero morir en ese instante—.

Dios si yo supiera que ahorita va a pasar un carro que me atropellara y me dejara muerta me le tiro, prefiero eso que vivir esto, maldita sea, maldito seas Gabriel porque te encaprichaste en seguir conmigo si lo tuyo no era amor. —digo entre lagrimas reprochando a la nada, a la vida, y a él pero ausente—.

No digas eso, por favor tranquilízate, mereces más que sobras de amor, en serio no te comparas con Johana sos todo lo opuesto a lo que es ella.
—Expresa Victoria tratando de controlarme—.

Quizas por eso se fijo en ella no? Porque es todo lo opuesto a mi, que hay de malo conmigo, dímelo por favor que yo no lo sé. —grito y lloro amargamente—

Tranquilizate por favor, Heaven, no te merece no merece estas lágrimas. —se levanta de su silla y me da un abrazo—.

Todos en el local nos quedan viendo inquietos pero a mi ni me importa yo solo quiero expresarme sacar todo lo que llevo por dentro y si por mi fuera matarlo, arrancarme del pecho este dolor y este maldito amor.

¿A quién puedo llamar para que venga a recogerte? No puedes conducir de esta forma, estas mal.

A nadie, no quiero a nadie, tengo que poder sola. —respondo—.

Pero en serio estás mal. ¿A quién llamó dime?
—insiste—.

A nadie dije. —respondo un poco alterada—.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora