75. Reencuentros.

76 16 1
                                    

—Toco la puerta del despacho—.
Toc...toc...

Pasa Amalia —responden—.

—abro la puerta despacio, mis padres están de espaldas y solo alcanzo a ver un montón de documentos sobre el escritorio—.

No soy Amalia —digo con un tono de voz bastante fino, pues quiero llorar, y estoy muy feliz de volverlos a ver después de dos años sin sentir sus abrazos, sus caricias—.

—se voltean rápidamente al escuchar mi voz—.

Heaven. —grita mi madre y sale corriendo hacia mi con los brazos abiertos—.

Mi amor. —grita mi padre y se nos une al abrazo—.

—me abrazan fuerte—.

—lágrimas empiezan a salir de mis ojos, tenía mucho tiempo sin llorar—.

—me sueltan y también estan llorando—.

Cuanto tiempo mi amor. —me da un beso en la frente mi padre y se limpia las lágrimas—.

Te extrañamos tanto. —añade mi madre—.

Estas preciosa, diferente, radiante. —expresa mi padre mientras acaricia mi rostro—.

Se te ha cumplido padre tu dijiste que esperabas que la próxima vez que me vieras fuera feliz. Y así es padre vengo feliz, estoy feliz. —sonrió—.

—me vuelve abrazar y se ataca a llorar—.

Perdón mi amor porque yo también ayudé a que tu dolor fuera más grande cuando descubriste aquella desgracia. Nunca debí inculcarte que era el único hombre para ti.

—Lo suelto—

Shshhssh padre no digas nada. Lo que me paso con Gabriel fue necesario. De no haber pasado no hubiera descubierto lo maravilloso que es el verdadero amor con Asher.

—Mi padre sonríe—.
Te amo tanto mi Bujía.

–Y yo a ti padre. Con toda mi vida.

–Hija y por qué no avisastes que vendrías? Pudimos haber ido al aeropuerto por ti.
—cuestiona mi madre—.

No madre, quería que fuera sorpresa. Estoy muy feliz de verlos.

–Y nosotros estamos felices de que estés aquí.

—Entra Alexandra al despacho más dormida que despierta—.

–Que son esos gritos, me despertaron. Estan bien? —pregunta mientras se restriega los ojos, posteriormente se quita la mano y me ve—.

Heavennnnnn —grita aún más fuerte—.
Estas aquí no estoy soñando verdad? —Sonríe y frunce el ceño—.

No mi amor, aquí estoy.
—sonrío y abro mis brazos—.

—corre hasta mi, y me da un enorme abrazo—.

Te amo, y te eché tanto de menos. —me susurra al oído—.

Y yo a vos mi amor. —le doy un beso en la frente—.

—nuestros padres se unen al abrazo, de nuevo los cuatro juntos, que felicidad. Justo lo que me faltaba, los brazos de mi familia acunando mi corazón—.

—nos soltamos—.

Acabas de venir?.
—pregunta Alexandra—.

Si bella durmiente. —respondo sonriente—.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora