78. No puede ser...

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—Salgo de mi apartamento, me subo al auto y me dirijo al café—.
Voy bastante desconcertada no se si hice bien en aceptar verlo después de tanto tiempo y tanto daño que me causó. Pero lo conozco tan bien que siento que algo esta pasando con él.

El tono de su voz, no es él mismo, y jamás había implorando nada en su vida, sin embargo estaba implorando que por favor aceptara verlo y después de todo siento que yo también necesito verlo para encontrar mi paz absoluta no puedo estar tranquila hasta enfrentar del todo mi pasado.

—llego al café, veo la hora 6:40 pm, me bajo del auto y entro—.

—volteo a ver a todo mi alrededor hace mucho tiempo que no había vuelto a ese café—.

Y lo veo, esta sentado de espalda en la misma mesa de siempre como si tal la hubiera reservado como solía hacerlo desde que pusimos un pie en ese café tan acogedor, un ambiente que emanaba una tranquilidad increíble.

—suspiro y camino lento hacia él—.

Buenas, aquí estoy. —digo y me siento—.

—Las manos le tiemblan lo puedo notar en sus movimientos, la mirada la tiene llena de dolor, apagada, como si estuviera escondiendo un horrible secreto que lo está atormentando, sus labios se ven un poco resecos y su cabello rubio como siempre—.

Gracias por venir.

–¿Para que querías verme?. —mi semblante y postura son imponentes, dura, seria, y solo me limito a preguntar lo que me interesa—.

Han pasado dos años. —dice—.

–Lo sé. —respondo—.

–Perdoname.

—me quedo callada—.

Se que no te lo merecías por favor perdóname.

—Mis ojos se llenan de lágrimas, sin embargo no derramo ninguna aunque quiero no me salen. Es duro verlo nuevamente frente a mi, después de tanto—.

–¿Por qué lo hiciste?.

Ni siquiera yo lo sé. Me metí mucho en la rumba. Tu siempre estabas trabajando y rara vez te gustaba asistir a una fiesta conmigo y esta bien, porque vos estabas forjando tu futuro mira la gran profesional en la que te convertiste pero yo en ese momento pensaba otras cosas y me dejé guiar por quien se encontraba arruinando su vida de la misma forma que yo.

–Nunca me amaste?.

Si te amé, te lo juro que te ame y te amo. Pero muy tarde me di cuenta de la magnitud de mi amor, y de la falta que me harías o el espacio que dejarias en vida si te fueras de ella. Pues siempre pensé que te tendría y que equivocado estaba.

–Las personas se cansan, se van, cambian. No siempre van a permanecer a tu disposición peor aún cuando las lastimas de la forma en la que lo hiciste conmigo. Heriste a mi familia, le rompiste el corazón a mi padre quien te creía lo mejor para mi. Gabriel en serio que mierda.

—llora—.

—me quedo callada—.

Perdóname, por lo que más quieras perdoname. Ya se que estas con alguien más y que es bueno, he escuchado a mis padres hablarte un sin número de veces y en todas te he escuchado feliz. Me doy por bien pagado con Dios porque después de que te fuiste le ore día y noche para que pusiera en tu vida a un hombre que te valorará como te lo merecías. También le ore para que me perdonara y le abriera las puertas de sus corazones a mis padres para que me dieran la oportunidad de empezar de cero y recuperar su confianza y amor.
No sé si ya sabes lo de Eithan y Johana...

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora