Narra Alex: Con los chicos vinimos a parar a mi departamento, Leo quería dejarle la casa a Nara, ya que concidera que ella necesita tiempo para perdonarlo y Max vino a acompañarme, ya que sabe que no soy bueno con respecto al mal de amores. Amber sí lo es, sabría darle un buen consejo, pero ella está acompañando a su amiga.
—Ten— dije dejando dos latas de cerveza sobre la mesa. Max tomó una y Leo la otra, yo ya tenía una en la mano.
—Soy un idiota ¿Por qué le dije eso?— se preguntó Leo a sí mismo mientras apoyaba su espalda en el sofá.
—¿Qué le dijiste?— preguntó Max.
—Le pregunté si tenía otro y si era mejor que yo— dijo Leo avergonzado.
—¿Quieres que llame a Amber? Para preguntar por Nara— propuse y Leo asintió frenéticamente.
Tomé mi celular y marqué el número de Amber, después lo puse en voz alta, pero con la condición de que ninguno podía decir una palabra o Amber me va a cortar.—Marinero— respondió Amber con una voz dulce pero baja.
—Sirena ¿Cómo estás? ¿Cómo está Nara?— pregunté dejando el celular sobre la mesa.
—Ella...— Amber fue interrumpida por Nara, que estaba llorando, bastante, jamás lo había escuchado llorar antes.
—¿Cómo pudo pensar eso de mi? Yo jamás sería capaz de hacer semejante cosa ¿Es que acaso no me conoce después de todos estos años juntos?— sollozó Nara al otro lado de la línea y a Leo se le partió el corazón, ya que se tomó la cabeza en las manos y negó repetidas veces.
—Ya, Nari, el seguro no quiso hacerte daño, solo se puso nervioso y tú también lo estás...voy a hacer té ¿Quieres té?— preguntó Amber con amabilidad y me las imaginé abrazadas y con Amber acariciándole el cabello a su amiga.
—Tengo vino— se escuchó la voz de Keila y Max sonrió.
—Eso es mejor— dijo Nara y Amber suspiró.
—Alex, necesito que te pongas el celular en la oreja y saques el voz alta— dijo Amber es un susurró. Ella debe de ser vidente o algo por el estilo.
Tomé el celular y me fui a hablar a la habitación.—¿Qué pasa, amor?— pregunté sentandome en la cama.
—¿Cómo estás? Te noto muy triste ¿Pasó algo?— preguntó ella con preocupación clara en su voz. No quiero preocuparla más, ya está muy ocupada con Nara.
—Tranquila, bebé, estoy bien— respondí tratando de sonar animado.
—Hablamos en casa entonces, mientras, busca en el cajón de la mesa de luz, ahí está la libreta que usaba para escribir cosas— mientras ella hablaba yo abrí el cajón y encontré la libreta —Ve a la última página y lee lo que dice, espero que te sientas mejor con eso, te veo luego ¿Si?— dijo ella con un tono muy dulce.
—Lo haré, te amo y te espero— dije abriendo la libreta.
—Yo a ti, bebé, adiós— dijo ella, después de despedirme, corté y abrí la libreta, fui directo a dónde Amber me dijo y me encontré con una especie de nota corta.
"Alex me dice que me ama, yo también lo amo y aunque se que debería decírselo más a menudo, aún es una palabra aterradora para mí. A veces me siento estúpida por tenerle miedo a esas palabras, porque Alex las dice sin miedo alguno, las dice cuando está feliz y cuando está triste, me ve, me dice que me ama y es como si se animara de nuevo.
No estoy segura de mucho, pero se que cuando me hablen de amor, Alex siempre será mi primer pensamiento"Mi pequeña sirena, siempre sabe en qué momento tiene que decirme las cosas y por eso la amo.
Ella tenía razón, ya me siento mucho mejor.
[...]
Narra Amber: Recuerdo que cuando papá se internó en rehabilitación, yo solía dormir con mamá, ya que yo tenía pesadillas y ella no podía dormir sola. Cuando le pregunté porque me contó que ella dormía con papá desde los 18 años y que se había acostumbrado tanto a su presencia que ahora le costaba dormir sin el. Al principio me pareció algo tonto ¿Cómo te acostumbras a los ronquidos? ¿Cómo te acostumbras a que la otra persona de vueltas en la cama? ¿Cómo te acostumbras a ya no estar cómoda?
Después me mudé con Alex y descubrí una nueva forma de dormir, me acostumbré a que el ronca si está boca arriba, me acostumbré a que el me abracé y el se acostumbro a que yo me mueva mucho por las noches.Ahora son las cuatro de la mañana y yo no puedo dormir, porque extraño el tacto de Alex y nuestra cama.
Me levanté de el colchón y fui a la cocina, dónde había dejado mi celular cargando. Cuando lo prendí ví que tenía un mensaje de Alex.*Me cuesta mucho dormir sin ti*
Sonreí, pero apenada, no me gusta que Alex duerma mal. Además quiero que me diga porque está tan preocupado y porque no me lo quiere decir.
No voy a poder dormir sin el, pero tampoco quiero dejar a las chicas así como así, ella seguro se despertarán con resaca, se tomaron todo el vino.
Así que decidí prepararles un desayuno, les hice panqueques y los puse en una bandeja junto a un pote de dulce de leche, también he exprimido unas naranjas y les dejé jugo preparado.
Luego de dejar el desayuno en la isla de la cocina, con una nota que decía que no podía dormir sin Alex, me pedí un uber y salí a esperarlo a la calle.
[...]
Llegué al departamento unos minutos después y me tomé el ascensor. Cuando las puerta de este se abrieron en mi piso, nuestro vecino, Lucas, estaba despidiendo a una chica.
Seguí mi camino hacia mí departamento, podía sentir los ojos de mi vecino en mi nuca y abrí la puerta a la vez que la chica se tomaba el ascensor.
Cuando entré, lo primero que ví fue a Max y a Leo acostados en la sala, uno en el sofá y el otro en un colchón en el suelo. Alex seguro se fue a dormir a nuestro cuarto.
Cerré la puerta despacio para no hacer ruido y corrí en puntas de pie hacia el cuarto. La puerta estaba abierta así que la cerré, despacio para no despertar a Alex, solo que cuando lo ví, el estaba despierto. Lo supe porque el traía los auriculares puestos y Alex no es capaz de dormirse si los tiene puestos. El tenía los ojos cerrados y los brazos detrás de la cabeza, así que aproveché para cambiarme. Me puse uno de mis pijamas, que consistía en un pantalón y una camisa abotonada, me he hecho fan de los conjuntos pijamas en estos años.
Después de estar vestida, caminé hacia Alex con el cabello recogido en mis manos, tengo la manera perfecta de llamar su atención.
Cuando me acerqué a él, ví que tenía el ceño fruncido y los labios apretados, el está despierto. Me quedé en silencio para saber que canción estaba escuchando. Que tierno, está escuchando la canción que yo siempre le cantaba cuando peleabamos.Solté mi cabello y este cayó en la cara de Alex, causando que el abra los ojos sorprendido, pero apenas me vio, su expresión se relajó, el sonrió y eso me lleno el corazón.
—Sirena— susurró quitándose los audífonos. El me tomó por los brazos y me tiró a la cama, junto a el, después me abrazó.
—Hola— susurré apoyando mi cabeza en su pecho y el acarició mi cabello.
Esto se siente como un hogar, mi casa, mi cama, mi novio...un novio que me quiere, no creo que pueda pedir más.—Gracias por venir, no iba a poder dormir sin ti— susurró Alex besando mi frente.
—Yo tampoco podía dormir sin ti— lo abracé más fuerte y levanté mi rostro para besarlo. Sus labios recibieron los míos con alegría y se empezaron a mover a gusto, como si su única función en la vida, fuera estar juntos... Tal vez lo es.
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Alex (||)
RandomTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)