72. Capítulo extra.

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Narra Amber: Por unos segundos imagine a la pequeña Amber, aquella que tenía 10 años y soñaba con una escuela de música para niños como ella

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Narra Amber: Por unos segundos imagine a la pequeña Amber, aquella que tenía 10 años y soñaba con una escuela de música para niños como ella. Quería que ellos encontraran un lugar seguro, un lugar donde no existieran esas personas que la molestaban, un lugar donde ella pudiese expresarse, donde pudiera ser ella misma y ahora, todos estos años después, ella lo logro.

He soñado con el día de la inauguración de mi escuela por tantos años, que ahora que se ha cumplido me cuesta creerlo. Pero aquí estoy, rodeada de todas las personas que amo y abrazando a Alex, mientras nuestra hija nos abraza a ambos.

—Alex ¿no nos falta alguien?— pregunté, buscando unos rizos que no logro encontrar.

—Cierto, sirena, a nuestro equipo le falta un integrante— Alex busco con la mirada, pero no lo encontré.

—Buscaré en el piso de arriba— dije, viendo cómo Perséfone iba a jugar su mejor amigo, Gabriel, el hijo de Keila y Max.

—Yo buscaré en el patio— Alex me dio un último beso y yo tomé mi camino a las escaleras.

Admito que podría haber abierto la escuela hace un tiempo ya, pero es que quería tomarme un tiempo para ver crecer a mi familia y cuando lo consideré correcto, me compré esta instalación, que es bastante parecida al caserón, pero es un poco más pequeña.
Tiene dos pisos y un estilo bohemio, pero lo que más me gusta es que es mía, lo logré, cumplí mi sueño.

Pocos segundos después me encontraba en el pasillo y pude oír una batería.
Ahí estás.

Fui a la sala de baterías y miré a través del cristal de la puerta, encontrando así al niño de cabello azabache rizado, mi pequeño Ícaro.
Abrí la puerta, llevándome una sorpresa cuando vi a Cleo sentada frente a mi pequeño hijo, mientras lo mira embobada.
Perséfone es aficionada por los deportes, le encanta el fútbol, el volei y también le gusta bailar, mientras que a Ícaro le encanta la música, más que nada la batería y desde siempre lo supe, pues desde muy pequeño demostró un gusto por golpear cosas.

—¡Mami!— sus ojos celestes me miraron y sonrió, para después correr hacia mi.

—Hola, mi amor— lo cargué. A todos le sorprende que aún lo cargue estando embarazada, pero es que puedo y para estas alturas, ya soy una experta en los embarazos.
Mi pequeño niño tiene dos años menos que Perséfone y ella parece estar diseñada para ser una hermana mayor, ya que lo cuida mucho e incluso ya hemos tenido un par de reuniones en la escuela, pues ella se metió en unos problemitas. Se peleó con un niño y cuando hablamos con la directora dijo que no se arrepentía nada y que lo hizo porque ese niño molestaba a su hermano. No puedo negar que sentí por un momento que ella era Colton y yo era Ícaro.

—Hola, Amber— Cleo se acercó a mi y me saludó con un beso en la mejilla.

—¿Ya diste tu discurso?— preguntó Ícaro, jugando con mi cabello.

Alex (||)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora