Alex (||)

27. Amber es fuego.

Narra Alex: Con Amber habíamos salido de compras para ir mañana a la casa de los chicos, Amber y yo éramos los encargados de la bebida y según veo, vamos a terminar todos muy borrachos, pero como diría Keila: En confianza.

Amber decidió que cenaríamos y después haría el striptease, pero que se pondría el traje para cenar, ósea que prácticamente y literalmente quiere tentarme, apuesto mi vida a que terminará desnuda antes de terminar de cenar.

Estaba sacando los platos de el armario, cuando mi celular empezó a sonar, así que lo tomé para ver qué tenía una llamada entrante de papá, la cual respondí.

—Hola, pa.

—Alex ¿Como estás ?— preguntó el y yo le respondí que estaba bien. Papá se ha encargado de saber mi estado todos los días, desde aquella vez que tuve una depresión, tiene miedo de que vuelva a acostarme a dormir, deseando no volver a despertar.
—Quiero hacerte una pregunta, si no llamo en mal momento — dijo el. Amber aún no ha salido del cuarto y además, no entró hace mucho, supongo que tengo tiempo de responder.

—Dime.

—¿Has hablado con tu abuelo?— preguntó el, quien suena curioso.

—Hable con Rami el otro día, pero nada interesante ¿Por?— pregunté dejando los platos en la mesa.

—Es que me acaba de decir que quiere cambiar el testamento, porque quería dejarte un par de cosas más, digo, es normal, pero ¿Por qué cambiaría de opinión ahora?— preguntó el, lo que tiene mucho sentido. Él siempre me ha odiado, no entiendo qué clase de renacimiento es este. Me encargaré de preguntarle a Amber que fue lo que le dijo, porque parece que lo derrumbó y lo volvió a armar a su gusto.

—La verdad no lo sé, papá, pero le puedes decir que no necesito nada... Amber me necesita ¿te puedo llamar luego?— pregunté, tratando de liberarme, no tengo ganas de hablar de eso cuando Amber puede venir a desnudarse en cualquier momento.

—Sí, claro, llámame cuando quieras, te veo, cuídate y mándale saludos a Amber, dile que es mi ídola— me dijo él y estoy seguro de que está sonriendo.

—Le diré, papá, adiós.

¿Dejarme un par de cosas?
Está confirmado, Rami enloqueció, pero no tengo tiempo para eso ahora.

Puse la mesa en la cocina, serví los platos, también puse dos copas, aunque tomaremos refresco, quería que fuera elegante.
Estoy muriendo por el ver el traje de Amber, ya que lo fui a buscar con ella, pero no me dejó verlo.

Ahora que todo está listo, solo me resta sentarme a esperar a mi mujer, quien está demorando un poco de más, tal vez debería ir a fijarme si está bien.

Me iba levantar, cuando escuché tacones, señal de que Amber ya salió del cuarto y está bien.
Me acomodé a esperarla, mientras que cada uno de sus pasos me tentaba.

—Te dire que me siento ridícula en esto, pero tampoco te puedo negar que me siento muy sexy— dijo ella, antes de entrar a la cocina, en toda su gloria.

Ella traía puesto un body, de lencería color rojo, junto a una falda del mismo color, que parecía tener algodón en el borde de abajo, todo eso, acompañado por unas botas de cuero negras, que le llegaban hasta la rodilla y eran muy altas.

Siento que he perdido la mandíbula.

Ella no puede ser tan hermosa, realmente deberían hacerle un monumento a la señora Ann y a Jonathan, por haber creado algo tan hermoso.

Amber, ignorando mi estado de shock, camino con toda su elegancia, hasta rodear la mesa, ella dio un brinco y se sentó en el mesón, justo a mi lado y se cruzó de pierna. Recuerdo que ella no podía hacerlo antes, pero un día aprendió y no ha dejado de hacerlo desde entonces, pero se ve realmente sexy.