Alex (||)

30. Feliz año nuevo.

Narra Amber: La cena estaba servida, David decidió que comería con Alex, así que ahí está, sentado en el regazo de su hermano, mientras que Alex le enseña a cortar su carne.
Alex se vería tan bien como padre, llevando a los niño a la escuela y seguro las madres dirían "Oh Dios, que hombre tan bello" y yo estaría agarrada de su mano, orgullosa de ser su compañera y la madre de sus hijos, pero no creo que eso pase en un futuro cercano.
David le pidió refresco, así que Alex se la pasó y su pequeño hermano tomó de su sorbete.
Saque mi celular para sacarles una foto, ya que mi corazón no aguanta tanta ternura y tomé la foto en el momento exacto en el que Alex besó la frente de David.

—Suficiente, amor— dijo James, llamando mi atención. Cuando miré en su dirección, él le estaba quitando la copa a Cleo, quien trató de alcanzarla, pero no pudo.
Alex quitó su atención de David para mirar a su madre, quien no se ve... bien. Está tratando de mantener la calma, no quiere que David presencie una discusión , aún así, no sé cuánto tiempo seguirá aguantándose las ganas de decirle a Cleo algo que posiblemente no le guste a nadie.

Alex, me miró y yo sonreí, tratando de aliviar un poco la situación, también tomé su mano y se la acaricié. El asintió, como si hubiese entendido que con ese gesto le acabo de pedir que mantenga la calma.

La cena terminó y ayude a Grace a traer el postre, después de que todos tuvieran uno, me senté junto a Alex de nuevo y vi como el pequeño David trataba de comer solo, pero se estaba ensuciando todo, así que su hermano lo ayudo. Me calienta el corazón ver como Alex puede ser tan bueno y dulce, como es amable, cariñoso, generoso y protector con las personas que ama.

Para antes de las doce, David, se quedó dormido en los brazos de su hermano y lo entiendo, Alex es la mejor persona con la cual quedarse dormido.

Por un fugaz momento, me encontré a mi misma imaginándome que Alex tenía a una niña en sus brazos, una niña de cabello rizado, como el suyo y negro como el mío, también sería alta, como él y además, sería nuestra hija y le pondríamos algún nombre raro, que gracioso, yo pensando esto. Tengo que dejar de hablar tanto con Keila, me pega estas ideas y después no me las puedo quitar.

—¡Ya!— exclamó Sebastian, quitándole otra copa a Cleo. ¿De donde las está sacando? No hay alcohol en la mesa.
Sebastian, fue más inteligente que nosotros y la revisó, quitándole una petaca del bolsillo, lo que hizo que Cleo enloquezca.

—¡Dame eso!— dijo ella, tratando de quitarle la petaca, pero Sebastian se alejó más rápido.

—Amor, ayúdame— dijo Alex, dándome a David, así que lo tomé en mis brazos y de mi bolso saqué mis auriculares, para ponérselos a David, con el fin de evitar que él escuche la pelea y que siga durmiendo. Tengo música para dormir especial para el, ya que solía cuidarlo a veces y a él le gustaba mucho dormirse escuchando música.
David siguió durmiendo plácidamente, mientras que Alex se acercaba a sus padres, para alejar a Cleo de Sebastian, quien se ve bastante enojado.

—¿Qué mierda te pasa?— preguntó Alex, parándose entre medio de sus padres.
—David está aquí, está dormido y si mal no recuerdo bajo tu cuidado ¿Se puede saber qué haces tomando?— preguntó Alex, claramente frustrado. El estaba tan feliz de que su madre estuviera sobria. A pesar de que su relación no es la más normal, ni la más cariñosa, Alex siempre quiere verla feliz y que ella haga esto justo hoy es como una cachetada para el.

—Yo no estoy manejando y si mal no recuerdo esto es una fiesta— respondió Cleo, con sus ovarios bien puestos.
¿Ella está bromeando? ¿Acaso olvidó todo lo qué pasó hace unos años? Yo aún recuerdo la forma en la que Alex lloraba cuando ella se fue a rehabilitación, su rostro, lleno de lágrimas, el, diciendo que había sido su culpa por no tratarla con más amabilidad y ella le hace esto.