Narra Amber: Siempre me ha resultado fácil dormirme, además, no tengo el sueño ligero, podría dormir horas si me es permitido, pero al parecer hoy no es el día.
La semana había pasado volando y el viernes llegó antes de lo esperado. Me desperté muy temprano, mucho antes de que sonara el despertador, eran las cuatro y media de la mañana, pero cuando me gire, no encontré a Alex junto a mi. Por un momento creí que había ido al baño, pero estaba demorándose mucho, así que me levanté de la cama y ví que la puerta del baño estaba abierta y las luces apagadas.
Caminé hacia la sala, pero el tampoco estaba ahí, aún así, escuché su voz desde la cocina.—Papá, no solo David te necesita ¿Sabes? Puede que yo ya esté grande y que ya sea un adulto, pero aún así hay cosas que quiero compartir contigo— susurró Alex con una voz muy suave, tal vez no me quiere despertar. Asomé mi cabeza por el marco de la puerta y lo ví sentado en el piso, de espaldas a mí, con su celular en la oreja y con Carlos sobre su regazo.
—No lo digo a menudo, pero te quiero y quiero que estés bien— dijo el mientras le acariciaba la cabeza a nuestro perro.
Alex ha trabajado mucho en la relación con su padre estos años, también con Cleo, ellos estaban tan distanciados que parecían desconocidos, pero Alex ha tratado de perdonarlos por el daño que le hicieron, que no fue a propósito, a veces las personas adultas no se dan cuenta. Sebastián y Cleo han puesto lo mejor de su parte, tratando de ser más dulces en la crianza de David, que es un niño muy dulce y según Cleo, Alex también era así de risueño, lo que la pone muy triste, porque le duele que Alex ya no sea tan amoroso como antes. Yo considero que Alex es muy cariñoso, me da mucho amor, creo que es un buen amigo y además es amable con las personas. Solo creo que ha ocultado esa parte de sus padres.—Te veo en la empresa, adiós— dijo Alex bajando el teléfono y dejándolo a un lado.
Me acerqué a él y me senté detrás de el, con las piernas al rededor de su cintura, abracé su cintura y besé su hombro.—¿Qué pasa, bebé?— acaricié su espalda con mi mejilla. Vi que Carlos traía su correa puesta.
—¿Vas a sacar a pasear a Carlos?— pregunté acariciando su pecho por sobre la camiseta.—Ya lo saqué, por eso está tranquilo— me respondió el tomando una de mis manos y besándola.
Me preguntó si Alex durmió en lo absoluto, ya que pasear al perro a las cuatro de la mañana no es nada normal y Alex solo sale a caminar cuando quiere pensar, así que creo que realmente está preocupado.—¿Estabas hablando con Sebastián?.
El asintió y yo la abracé más fuerte, Alex se dió vuelta y apoyó su frente en la mía. Carlos se puso incómodo, así que se fue a acostar a la sala, en su sofá propio. Cambié de lugar y me senté sobre el regazo de Alex, abrazándolo por los hombros y besé su frente.
—¿Le preguntaste si estaba enfermo?— pregunté y el asintió, puedo decir que algo aliviado.
—Me dijo que el no tenía nada, pero que mi abuelo sí— respondió el jugando con el bretel de mi sujetador.
—Tu abuelo...eh, yo no recuerdo su nombre— susurré avergonzada. La verdad es que ví a ese hombre una vez en mi vida y me cayó pésimo, me pareció super falso y un hipócrita. A Alex tampoco le cae bien y es más, se está riendo de mí.
—Rami, su nombre es Rami— dijo el y yo levanté las cejas.
—Es una persona despreciable, aún así no me deseo ese sufrimiento a nadie— Alex agachó su mirada y yo lo tomé del mentón para levantarla.—¿Estás bien? Yo sé que tu relación con tu abuelo no es buena, pero no sé porque— acaricié su mejilla y apoyé mi frente en la suya.
Alex sonrió a la vez que soltaba un suspiro, pero fue sarcástico.—Cuando cumplí nueve, el me regaló una bicicleta ¿Sabes lo que me dijo?— preguntó y yo negué para que el siga. —Que no me la merecía, pero no quería que mi padre se enoje con el— dijo Alex molesto.
—Es un idiota— dije con el ceño fruncido.
¿Qué clase de abuelo le hace eso a su nieto? Si yo fuera Alex, pensaría igual, es más, ni siquiera necesito ser Alex para pensar así.—Nunca use esa bici, me dedique a aprender a andar en el skate que me regaló el abuelo Ray— dijo Alex encogiendo sus hombros.
—¿Quieres saber que me dijo cuando te conoció?— preguntó Alex, levantando sus cejas, retandome a preguntar y yo pregunté, aterrada por la respuesta, tal vez dijo que yo era una putita que solo se interesaba por el dinero de su familia.
—Me dijo que ojalá y te des cuenta pronto de que yo no valgo la pena— besó mi mejilla —Rece todo el día para que no me dejes, me hizo sentir muy inseguro— confesó el escondiendo su cara en mi cuello.Su abuelo es idiota con certificado, la verdad deseo que se recupere, así puede ver a Alex triunfar, crecer, prosperar y que pueda ver qué el que no vale la pena es el.
—Alex, no le hagas caso, tu vales la pena, vales todo ¿Me entiendes?— pregunté tomando sus mejillas y obligándolo a que me mire.
—A veces quisiera que tú fueras la única persona del mundo— me besó y yo sonreí a mitad del beso.
—Creo que el sueño te está haciendo mal, vamos a dormir— sonreí, pero aún así, no hice esfuerzos para levantarme.
—No he podido dormir en toda la noche ¿Qué te hace pensar voy a poder dormir ahora?— dijo el enterrando su cara en mis pechos y yo me reí.
Creo que se como hacer para que le dé sueño.
Aleje su cara, lo miré a los ojos y empecé a desprender los botones de mi pijama, uno a uno, despacio, tentandolo, quiero ver qué tanto se resiste. Alex se mordió el labio, a la vez que yo deslizaba la camisa por mis hombros. Después desprendí mi sujetador y lo deje a manos de Alex a partir de ahí.
El puso su mano en medio de mis pechos, después la deslizó y en ella se llevó el bonito sujetador color rosa pálido, dejando mis pechos expuestos y libres a su vista.—No puedo esperar a que sea verano, para poder verte en traje de baño todos los días— susurró el antes de tomar uno de mis pechos en su boca y yo tiré mi cabeza hacia atrás, apoyándola en el pequeño mueble dónde van los manteles, pero Alex puso su mano detrás de esta, protegiéndola de cualquier golpe.
—Hay un detalle que olvidas— suspiré y Alex me preguntó cuál antes de tomar mi otro pecho en su boca —Nosotros vivimos en un verano eterno— sonreí, antes de acariciar su cabello y en ese momento el mordió mi pezón, pero suavemente y sin lastimarme.
El verano eterno es real, de vez en cuando hay alguna llovizna o hasta una tormenta eléctrica, pero la calidez nunca se aleja.—Eres especial, yo jamás encontraré nada como tú, no quiero a nadie si no eres tú— dijo Alex antes de besarme.
Tomé su camiseta por los extremos y se la quité, para después empujarlo, causando que el caiga al piso. Me quité las bragas junto a mis pantalones y me subí encima de Alex, el se bajó los pantalones y yo se los terminé de sacar, para después tomar su miembro en mi mano y colocarlo en mi entrada, después descendí lentamente, hasta llenarme con el y causando que sus músculos se contraigan, al igual que mi estómago. Empecé a moverme, con las manos apoyadas en su fuerte pecho, para mantener el equilibrio.—Te ves tan hermosa sobre mi, Amber, eres tan sexy— dijo Alex tomando mis pechos en sus manos.
—Alex— gemí inclinando mi cuerpo, hasta que mi rostro quedó a la altura del suyo. El me besó y me abrazó rodeando mi espalda con sus fuertes brazos, para después empezarse a mover con agilidad dentro de mí.
—Ah, Alex, yo...— mis brazos empezaron a fallar y a temblar a la vez que que todo mi cuerpo se tensaba para después relajarse súbitamente, causando que yo caiga rendida sobre el pecho de Alex, a la vez que el se venía dentro de mí.Nuestras respiraciones se volvieron protagonistas en nuestra cocina, a la vez que nos tratamos de recuperar el aire y la postura.
—¿Ibas a decir algo?— preguntó Alex en un tono casi burlón.
—Que eres un idiota y que quiero que me lleves a la cama— susurré acariciando su cabello, con la cara aún enterrada en su cuello.
—Bien, querida— se burló y después me cargó, me dió un recorrido por nuestro bonitos y pequeño hogar, hasta terminar en nuestra cama gigante, juntos, abrazados y cubriéndonos el uno al otro.
Me gusta mi hogar, espero que a Alex también.
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Alex (||)
DiversosTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)