46. Esta es mi favorita.

2.3K 162 8
                                    

Narra Alex: Amber se había quedado dormida sobre mi pecho, mientras que yo le acariciaba el cabello. Siempre me ha gustado verla dormida, pues nada me transmite tanta paz cómo está imagen.

Me gusta pensar en que algún día ambos vamos a caer rendidos en nuestra cama, pero estaremos cansados de jugar con nuestros hijos. Quiero muchos, quiero tener una familia con Amber, pero ella no parece estar preparada para eso.
Tiene miedo, no quiere traer niños al mundo para que sufran, no quiere que pasen por lo que ella pasó, no quiere que crezcan tristes, pero yo realmente confío en que ella sería la mejor mamá del mundo. Es tan amorosa, además ella es muy buena con los niños, sus alumnos son la prueba de ello y además yo jamás olvidaré el día que ella cuido a David por primera vez. Recordare su voz cantándole, la forma en que lo arropó y como espero paciente a que él se duerma.
Jamás podría ser mala madre, ella sabe todo lo que debe hacer, pero tiene miedo y espero poder quitárselos de a poco, pues aún tenemos mucho tiempo para eso.

—Alex— canturreó ella, estirándose un poco.

—Buenos días, sirena traviesa— besé su frente.
—Creo que nuestro picnic se vio cancelado— susurré, mientras ambos veíamos las gotas de lluvia caer por nuestra ventana.
Realmente quería que hoy fuese un buen día, quería sacarla a pasear, que se distraiga un poco, pero no, debía llover.

—Eso solo si tú lo quieres— sonrió, antes de pararse de la calma, dejándome ver su hermoso cuerpo desnudo una vez más.
Esta mujer no se cansa de ser tan sexy.
—Me pondré mis ropajes de pícnic— sonrió, abriendo el armario.
Muero de curiosidad por saber cual es esa ropa de picnic.
Ella sacó un vestidito de color celeste, estampado con pequeñas flores, algo raro de ver en Amber, pero que cuando lo usa se ve con un ángel capaz de hacer muchas maldades.
Aparte de eso, saco un conjunto de ropa interior hecha de encaje negro, lo que hizo que mi mandíbula caiga al piso.

—¿Pensabas ir así de pícnic?— pregunté, fantaseando con que en algún momento del pícnic, ella se quitaría el vestido y correría hacia el río con esa lencería.

—No, pero al ser en casa puedo jugar con poco más— sonrió, antes de deslizar sus bragas por sus piernas, para después, darse media vuelta, mostrándome su culo sin vergüenza alguna.
Me encanta.

—¿En casa?— pregunté, tratando saliva, tratando de no distraerme, o si no él pícnic será sobre la cama y la única comida será Amber.

—Lo haremos aquí, me dispuse a tener un pícnic y lo tendré— se colocó el sujetador, que era casi absurdo, ya que podía ver absolutamente todo bajo el encaje. Poco después se colocó el vestido y mi show privado se terminó.

—Voy a buscar nuestra canasta, vístete y ponte esta, me encanta como te queda— dijo antes de tirarme una de mis gorras, la cual atrapé en el aire y me la puse antes de que ella salga del cuarto.
Tomé mi ropa que estaba en el piso y me vestí, para después acomodar la cama. No se cuales sean los planes de Amber pero haré lo que ella tenga ganas de hacer.
Ella volvió a la habitación con la canasta en una mano y un mantel a cuadros en la otra. Se veía feliz y animada, me alegra tanto verla así. Es como si todo mi mundo se reiniciara cuando ella esta así.

Dejo la canasta a un lado y extendió el mantel el piso, para después sentarse. Empezó a sacar las cosas de la canasta y las ordeno meticulosamente, para después palmear el lugar frente a ella.

—Ven, sugar boo— sonrió y yo me senté justo frente a ella, con vista privilegiada.
—¿Quieres poner música?— preguntó ella, cruzando sus piernas y tomando un burrito.

Tomé mi celular, el cual conecté con nuestro pequeño parlante y puse la playlist que ella me hizo en aleatorio, pues no importa qué canción sea, siempre me encantará.
Ella sonrió, antes de darle una mordida a su burrito. Yo tomé un sándwich y apoye mi espalda en la cama, mientras que ella apoyaba la suya en el escritorio.

Alex (||)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora