Narra Alex: El rollito de Amber había cambiado y ahora, tenía una pequeña curva, mientras su embarazo se empezaba a notar, pero muy poco.
Admito que sentí como si fuera de un día para el otro, pues un día parecía todo muy normal y al otro, salió de la ducha con un pequeño óvalo en su vientre, lo que me hizo realmente consciente de qué tal vez este tiempo se pase mas rápido de lo que esperamos y eso espero, pues quiero tener a ese bebé en mis brazos lo antes posible.Pocas cosas han cambiado en Amber, ahora ya no vomita tanto, ni sufre tantos mareos. Ahora tiene bastante hambre y está muy tierna, lo que según ella, es normal es esta etapa del embarazo o eso le dijo Ann.
Todos la han estado consintiendo, ahora ella se ha convertido el centro de atención de toda la casa, lo que me hace algo de gracia, ya que Amber los evita un poco, ya que se siente algo sobrepasada con tanto cuidado y pregunta, pero aún así es agradecida, ya que eso la hace sentirse acompañada.Siento que hace mucho no estábamos así de relajados, pues parece que no tenemos nada de que preocuparnos y admito que empecé a sentirlo cuando volví a terapia, la cual, me ayudó más de lo que yo creía, pues me siento hasta más liviano y eso hace que Amber también se sienta así.
Es como si todas las fichas estuviesen cayendo en su lugar, como si hubiésemos resuelto todo de a poco.
La que sería nuestra nueva casa ya estaba lista prácticamente, solo nos faltaba terminar de hacer el cuarto del bebé, el cual aún no sabemos si pintar de rosa o azul, aunque Amber dijo que mejor otro color, pues un color no define a un sexo y está pensando en pintarlo de beige, idea que me agrada.Hoy había una fiesta de la oficina y ahora que tomé el lugar que solía ser de papá, me veo obligado a ir, aunque esa mierda sea realmente aburrida, pero bueno, al menos tendré la compañía de Amber y el privilegio de verla en algún vestido de fiesta.
Miré la hora y vi que ya era hora de despertarla, pues ella se ha pasado media tarde durmiendo. Ha estado bastante cansada, así que trato de pasar la mayor parte del tiempo en casa, pues quiero cuidarla.Me acosté detrás de ella, abrazando su cintura y pegando su espalda a mi pecho, a la vez que olía su cabello. Sonreí, porque me sentía feliz, en este pequeño momento, abrazando a mi Amber y acariciando su vientre soy feliz.
Solía pensar que era completamente absurdo agradecerle a la vida por las cosas, pero la verdad es que si tengo que agradecerle a quien sea por Amber lo haré.—Princesa— susurré en su oído, acariciando el lóbulo de su oreja con mis labios.
—Mmh— murmuró, retorciéndose y pegando su cuerpo al mío.
—Es hora de levantarse, preciosa— besé su cuello.
—Tendrás que darme unos buenos días— susurró ella, restregando su trasero contra mi entrepierna.
Claro.
En cierto punto, el cual me perdí, Amber se volvió una diosa del sexo, además, al contrario de lo que pensé, no está ni cerca de sentirse insegura de su cuerpo. Todo lo contrario, ella armo ladrillo por ladrillo su confianza y ahora la luce, en toda su gloria, mientras yo veo y disfruto.
Me las he ingeniado para decirle buenos días de muchas formas, primero con mi cabeza entre sus piernas, a veces con mis dedos y bueno, veremos que pasará hoy.
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Alex (||)
RandomTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)