37. Sí acepto.

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Maratón 3/4

Narra Alex: El día de la boda de Max y Keila había llegado, así que Amber se estaba preparando, pues la novia le hizo hacer una prueba de sonido. Amber cantaría la canción del primer baile de los novios. Keila pidió que fuera "Love me like you do" de Ellie Goulding, ya que dijo que esa canción era perfecta para ella y Max.

Así que aquí estoy, viendo a Amber probar el micrófono y asegurándose de que la pista esté perfecta. Siempre me ha gustado ver a Amber en este ámbito, pues ella se ve tan profesional, se toma esto muy enserio. Además, no quiere arruinar el primer baile de los novios.
Ella ya estaba maquillada, pues Nara se encargó de ella antes que cualquier persona, ya que también debía encargarse de la novia y estaba nerviosísima. Amber vio que la estaba mirando desde mi privilegiado asiento, así que me hizo un pequeño baile, antes de seguir cantando. Se ve tan hermosa, no pude evitar sacar mi celular y tomarle una foto.

Amber terminó la prueba de sonido, así que se bajo del pequeño espacio que le habían preparado, para después correr hacia mi. Ella saltó y yo la cargué, rodeando mi cintura con sus piernas.

—¿Te gusto mi pequeño show?— ella sonrió, acariciando su nariz con la mía.

—Me encanto, como todo lo que tu haces, bebé— la iba a besar, pero ella se alejó y no me dejó, así que le hice un puchero.

—Nada de arruinarme el maquillaje, Nara me colgaría del árbol si lo hiciera— me dijo, antes de bajarse. Maldita sea ¿por qué la maquilló tan temprano?
—Iré a alistarme con las chicas, te veo en un rato— acarició mi mejilla —Te amo— me saludo con la mano, antes de darme la espalda, para irse, pero antes le di una nalgada.
—¡Ay!— ella chilló, pero soltó una risita a la mitad, antes de mirarme sobre su hombro.

—Te amo— le dije, con una sonrisa en mi rostro, ella tiene ese efecto en mi.

—Sucio— ella negó, mientras fingía vergüenza, poniéndose las manos en el pecho.
Ella sabe que puede ser mucho más sucia que yo en cualquier situación que cualquiera de nosotros se pueda llegar a imaginar.
Ella desapareció por el jardín, hasta entrar en la casa, donde sus amigas se estaban preparando. Yo tomé el camino contrario, a la pequeña cabaña que había en el jardín trasero, donde estaban mis amigos.
Realmente estoy feliz por Max, pues él realmente ama a Keila y si hay algo que he aprendido es que sabes que la amistad es real cuando te alegras por ver a tus amigos felices.

Abrí la puerta de la cabaña y vi a Leo, grabando con su celular, él realmente tiene algo con documentarlo todo.

—Aquí tenemos al gran Alex Thompson, nuestro segundo padrino ¿Como estás guapo?— preguntó Leo, grabándome.

—Con ganas de besar a mi novia— respondí, fingiendo enojo.

—Uh, otra más que se hizo el maquillaje antes de tiempo— Leo apagó la cámara y después se sentó en el sofá que una de las madres de Keila nos había puesto.

—Dejen de bromear, estoy nervioso ¿si?— dijo Max, arreglando su pajarita.

—Tranquilo, solo te casarás con la chica que amaste toda la vida, no es nada grave— dijo Leo, con una sonrisa. Max le dedicó una mirada asesina, no es momento de chistes, al menos no para el.

—Tranquilo, Max, seguramente todo saldrá bien, tú y Keila se aman, se han esforzado mucho en esta fiesta, hay muchas buenas vibras, don't you worry*— le sonreí, tratando de subirle el ánimo.

—Tienes razón, me preguntó si Keila estará igual de nerviosa que yo— se preguntó Max a sí mismo, mientras se miraba al espejo.
Esa es una buena pregunta.

Alex (||)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora