Narra Alex: La cena estaba frente a nosotros, un gran salmón a la soja miel, que descansaba sobre una fuente de vidrio, rodeado de papas, arroz, tartas de todo tipo y refrescos.
Amber tiene una sonrisa arrogante en su rostro y algo me dice que ha hablado con mi abuelo, mientras nosotros no estábamos, ya que él jamás me había tratado tan bien y está demasiado callado como para ser el. No dijo nada de mi ropa, ni de mi aspecto. No nombró a mi madre, ni nada por el estilo. Preguntó por cómo estaba David, pero nada más.
Amber se sirvió gustosa, al notar que yo no estaba tan cómodo como para servirme, ella misma lo hizo. Me sirvió todo lo que había y después, se sentó, no sin antes darme un beso.
—Come, se enfría — dijo ella, acariciando mi mejilla y yo le sonreí, antes de apoyar mi mano en su muslo.
Empezamos a comer, los únicos que hablaban eran papá y el abuelo, que estaba demasiado... ¿Carismático?
Amber comía gustosa, ya no había rastros de aquella chica tímida que yo llevé a la casa de la abuela Grace, o tal vez solo está en modo sirena. Aunque estoy seguro de que habló con el abuelo.
La verdad, me siento incómodo, los temas de la empresa no me interesan, los juegos de cartas de la abuela menos y lo único que me distrae es lo hermosa que se ve Amber. Con su faldita corta, luciendo sus hermosos y carnosos muslos. Lo que más me distrae es fantasear. Si estuviéramos solos, no dudaría en meterme debajo de la mesa, para abrir sus muslos y usaría mi lengua para darle todo el placer que ella quiera.—Amor ¿Estás bien?— preguntó Amber, llamando mi atención.
—Sí, preciosa, no te preocupes— respondí, con una sonrisa y ella me besó la mejilla.
—¿Pueden dejar de hacer manitas frente a nosotros? Gracias— la abuela Rosemary nos dedicó una sonrisa más falsa que una flor de plástico.
Si ella considera esto "hacer manitas", se nota que el abuelo y ella siempre fueron un par de aburridos, ya que, si Amber y yo, nos pusiéramos a hacer manitas ahora mismo, pobre de ellos.—Déjalos, mamá, es bonito ver cómo se demuestran cariño ¿No te pone feliz ver a tu nieto feliz?— preguntó papá y yo sonreí, ya que la respuesta es obvia y es un no.
—Estaría feliz si se consiguiera una novia más a su altura y de su clase social—respondió mi abuela, presionando el botón. A mi me puede despreciar cuanto quiera, pero meterse con Amber es terreno sagrado, donde ella no puede entrar.
—¿Qué te parece si te vas a la p...— empecé a decir, pero mi padre me interrumpió.
—¡Suficiente!— dijo papá y sonrió, en dirección a la abuela —Querida mamá, me tienes los huevos del tamaño de dos planetas y por si no entendiste, no te permitiré que te sigas metiendo con mi hijo— papá se levantó de su silla y arrojo el cubierto, haciendo un estruendo cuando este chocó contra los platos.
—Metete tu salmón por donde más te guste... Alex, Amber ¿Qué les parece si nos vamos a comer al primer carrito que encontremos?— preguntó papá con una sonrisa y Amber soltó una exclamación.—¡WUJU! Genial, muero por una milanesa de carrito— dijo Amber parándose de su silla y yo la seguí.
¿En serio mi padre acaba de empezar esto? Creo que es un acontecimiento tal, que debería ser un día patrio. Al fin tendré algo bueno que contarle a mis nietos.
Me levanté de la silla con una gran sonrisa en mi rostro, mientras que soltaba los cubiertos de la misma forma que mi padre y tomé la mano de Amber, antes de que los tres empecemos a caminar hacia la puerta, pero mi abuela no lo iba a dejar ir tan fácil.—¡¿Un carrito, Sebastian?! ¡Construimos un maldito imperio! ¡Y PREFIERES UN MALDITO CARRITO! Con razón te casaste con la idiota de Cleo y con razón tú hijo salió así — dijo la abuela Rosemary, cosa que me importó una mierda, ya estoy acostumbrado, pero Amber está aleteando su cola, dispuesta a atacar a cualquiera que quiera lastimar a su marinero.
Ella apretó mi mano y antes de que mi padre o yo reaccionáramos, Amber, ya estaba en el rostro de mi abuela y con sus puños apretados a sus costados.
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Alex (||)
AcakTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)