Narra Amber: Había salido a dar una vuelta con Carlos a la mañana, necesita hacer sus necesidades y yo respirar un poco del aire primaveral.
Alex se había quedado, dice que se iba a preparar mentalmente para que su abuela le agarre los cachetes mientras le canta feliz cumpleaños.
Sigue siendo dramático a veces.Anoche no dormimos mucho, pero fue divertido y hubo momentos demasiado dulces. Lo que más me ha gustado de estar con Alex fue haber roto su cascarón. Me gustó ganarme su confianza, me gustó que el se sintiera cómodo para hablar conmigo, me siento privilegiada de compartir mi día a día con el, que me cuente sus secretos y sus sueños.
Recuerdo que en la navidad pasada me pidió que me case con el, lo que me hizo ahogarme con el trago que estaba tomando. Entré en pánico, no sabía que decir, ni que sentir y de la nada la vida adulta me cayó sobre los hombros. Recuerdo que pensé que Alex estaba loco y que seguramente la idea se le había ocurrido en la universidad, mientras estaba lejos, extrañandome y que seguro se iba a aburrir de mi antes de que terminemos los preparativos para la ceremonia, así que le pedí por favor que se deje de juegos, el solo dijo que no estaba jugando y que si tenía que esperar toda la vida, lo haría, lo que me dejó completamente pasmada.
Amo a Alex, con todo lo que soy y más, pero es que el casamiento es algo demasiado serio para mí, además, no necesito un anillo en el dedo para marcar a Alex como si fuera ganado, me gusta mucho la forma en la que estamos ahora, sin papeles, los cuales no necesito para saber que el es mío y yo soy suya.Entré al edificio, saludé a Richard y me subí al ascensor junto a Carlos, quién se sentó a mi lado como el perro obediente que es.
Las puertas se iban a cerrar, cuando un molesto Lucas entro al ascensor, deteniendo el proceso de las puertas y se ubicó a mi lado.
El se ve bastante enojado, además se está frotando los nudillos como si se estuviera resistiendo a dar un golpe.Es increíble, no he intercambiado mucho con el, pero la verdad es que me repugna y me parece un estúpido, un desubicado y un machito que se cree que mucho por traer una chica diferente todos los días.
Alex lo ha estado vigilando de cerca, no quiere que me moleste, pues ya me invitó a su cama dos veces y me tiene bastante enojada ese asunto.Carlos gruñó, así que llamé su nombre para calmarlo, pero apenas me distraje, Lucas, me saltó arriba como una fiera, a lo que por suerte reaccioné rápido, empujándolo y dándole una patada en la entrepierna. El se quejó y después se deslizó hasta que su cara quedó contra el piso del ascensor y con Carlos ladrandole en la cara. Lucas parece aterrado y yo también, ya que Carlos le clavo los dientes en el brazo.
Las puertas se abrieron en nuestro piso y me lleve una sopresa cuando lo primero que ví fue a Alex, una grata sorpresa.
—Carlos— lo tomé de la correa y lo alejé, o eso intenté, ya que Carlos estaba demasiado enojado con su brazo.
Alex, que para mí suerte tenía una botella de agua se la tiró arriba y Carlos me dejó alejarlo.
Pero Alex no está tan calmado como parece, ya que tomó a Lucas de la camiseta y lo arrastró hacia afuera del ascensor.—¿Qué pasó?— preguntó Alex. Mientras movía al vecino como si el fuera un titere, Alex es mucho más fuerte que el y Lucas se está quejando del dolor de la mordida.
Le conté como pude e hice a Alex hervir en ira.
El se acercó a mí, besó mi frente y después acercó su boca a mi oído.—Ve al departamento, toma nuestras cosas, toma a Bonito y un poco de ropa, nos vamos a quedar en lo de mi abuela hasta que el se vaya, no permitiré que te siga molestando— dijo y después se dió medio vuelta para enfrentar al vecino.
Mierda, arruiné el cumpleaños de Alex.
Narra Alex: Desde que Amber es mi novia, la he cuidado, mi mayor placer es hacerlo, atender sus necesidades, estar pendiente, escuchar sus molestias, protegerla de sus miedos y defenderla. Se que haría cualquier cosa por ella y me aseguraría de que cualquier persona que la haga sufrir también lo haría. A Amber le pareció demasiado dramático de mi parte, pero siendo sinceros, me cuesta mucho controlar mi ira cuando se trata de tratar con alguien que trató de lastimarla.
Lucas me miraba, tratando de mantener su vista en alto, como si estuviese orgulloso de haber tratado de atacar a Amber, aunque la verdad no sé que le pasó a el, para estar tan obsesionado con mi mujer.
Amber paso a nuestro lado, con un bolso colgado al hombro, con Bonito sacando su cabeza de este y con Carlos aún atado en su correa. Me voy a asegurar de conseguirle un gran filete como premio por defender a Amber.
—Amor, vamos— susurró Amber llamando al ascensor.
—Tu espérame abajo, cariño, voy a tener unas palabras con nuestro vecino— susurré mirándolo fijamente, ha intentado escapar, pero no lo he dejado.
Cobarde.—Sí— respondió Amber, quién por suerte no se ha puesto brava como otras veces, tal vez se asustó.
El ascensor se fue y yo me acerqué más a Lucas, quién está adolorido, pero poco me importa.
—Mi mujer ya te había dicho que no la molestes, pero lo hiciste y lo único que ganaste fue una patada en los huevos y una mordida de mi perro ¿Te gustó?— pregunté empujándolo hasta que el quedó pegado contra la pared, parece que el niño ha perdido el equilibrio.
—Siempre me gustaron las chicas más grandes, pero tú mujer... Perrita difícil— dijo el a la vez que medio se reía.
Amber es mi talón de Aquiles y me ha enseñado a mantener la calma.—¿Sabes? Mi mujer siempre dice que la violencia no es la respuesta...— sonreí —Pero esa es solo su opinión— le di un puñetazo en el estómago y el cayó al piso, cuando el se encontraba ahí tirado le volví a patear los huevos y me agaché para mirarlo a los ojos.
—Mejor que hagas las valijas, no vas a durar más de tres días en este bloque...— le di unos golpecitos en la mejilla —Principiantes— dije con una sonrisa irónica.Me pare y después me fui, tomando las escaleras, ya que el ascensor va a demorar mucho y yo quiero saber cómo está Amber.
Salí a la recepción y la ví parada en la puerta, junto a nuestras mascotas y el bolso, que parece que fuera para ir de campamento.Salí del bloque y la abracé. Ella es mi novia, la persona que yo más amo, jamás soportaría verla lastimada y odio verla triste.
—¿Estás bien? ¿Te lastimó? ¿Te tocó?— pregunté acariciando su cabello y ella negó todo.
—No, no le di tiempo, además Carlos lo asustó mucho— respondió ella, que parecía estar conteniendo el aire.
—Bien, iré a buscar el auto, espérame aquí ¿Okey?— besé su frente y fui a buscar mi auto al garaje del edificio.
Hice todo lo más rápido posible y recogí a Amber de la acera. Ella subió a nuestras mascotas a la parte trasera del auto y después se sentó a mi lado.
Arranqué y ella ya no pudo contener más el aire, ni su enojo, ya que empezó a golpear sus muslos a la vez que empezaba a llorar.
—Amor, para— tomé una de sus manos y sus hombros se relajaron.
—¿Te asustaste?— le pregunté y ella negó.—¿Qué me va a asustar ese estúpido?— preguntó ella enojada.
—¿Qué pasa entonces? No llores— acaricié su muslo, deslizando mi mano de arriba hacia abajo.
—Es que me da rabia, Grace y yo trabajamos mucho para que la pases bien hoy y este estúpido lo arruina todo, me odio tanto— se cubrió el rostro y gruñó.
—No digas eso, amor— tomé su mano y la besé.
—Lo arruiné todo, quería que pases un buen día, que sea divertido y lleno de cosas buenas, pero no, tenía que salir a pasear al perro— apretó los dientes y se secó las lágrimas.
Mi pequeña, ella se culpa a si misma cuando no debería. Ella nunca ha arruinado nada, solo lo ha mejorado, no es su culpa que el estúpido del vecino haya tratado de atacarla.
Hablaré con el abuelo para que lo echen del edificio, no quiero que Amber lo vuelva a ver, es más, si se pueden levantar cargos lo haremos.
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Alex (||)
RandomTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)