Terminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades.
Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos.
(Segunda parte de Amber)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Amber: El no quiere un bebé cara de rodilla.
Que tonta fui. ¿Como pude ilusionarme tanto? ¿Como pude creer que por una vez pasarían las cosas como yo quería? Lo sabía, sabía que ser positiva iba a salir mal, sabía que ilusionarme solo me iba a lastimar. Nunca debí creer en ningún chico, menos en el malo. Todas esas estupideces de "nos vamos a casar", "vamos a tener una familia", "te amo, marinero", "te amo sirena". ¿Como pude ser tan idiota?
Yo estaba tan feliz, estaba tan contenta de ser mamá y estaba emocionada por elegir el nombre del bebé junto a Alex. Creí que iba a poder, que no estaba sola y que Alex quería una gran familia. Todo eso era una mentira.
Me recosté a llorar, pues nunca aguante tanto las ganas de llorar. Todo el rato en la casa de Grace trate de manejarlo lo mejor posible, pues no quería arruinar el cumpleaños de David, pero por otro lado casi me pongo a llorar cuando el pequeño preguntó por Cleo.
Me hice bolita en mi lugar, mientras abrazaba la almohada de Alex, aspirando su olor, sintiendo como mi la presión en mi pecho crecía, a causa de ese marinero cruel, que solo lastimó a la sirena. Pero claro, él es el bueno, siempre lo fue y lo será.
Me dolería mucho empezar una nueva vida sin el, pero si no quiere a este bebé yo sí y no voy a renunciar a él por nada del mundo. Mi ilusión creció intensamente en estos días, el niño o la niña que está creciendo aquí dentro ya es importante para mi, lo quiero tener y seque podré sola o acompañada, no interesa. Tendrá todo lo que yo no tuve, tendrá amor incondicional, tendrá todo lo que necesite, cuidaré de esta persona que está creciendo en mi como si mi vida dependiese de eso y no dejare que nadie nos haga daño.
Por primera vez desde que se que estoy embarazada me paré frente al espejo y me miré. Me quite la camiseta y apoyé mis manos sobre mi vientre, donde alguien está creciendo. Desde que tengo memoria, esta es la imagen más pura que he tenido de mi misma. Estoy queriendo a alguien que aún no existe y tengo que documentarlo. Tomé mi celular y me tomé una foto frente al espejo, con mi mano sobre mi vientre, que aún no ha tenido cambio alguno, pero que pronto lo tendrá.
—¿Qué vas a ser, pequeño frijol?— le pregunté a mi vientre, como si él me fuera a responder.
Soy fuerte, puedo hacer esto. [...]
Narra Alex: No he pegado un ojo en toda la maldita noche.
Amber es mi canción de cuna, solo puedo dormir si estoy abrazado a ella, acariciando su vientre regordete y aspirando su cabello. Su almohada tiene su olor a coco, sí, pero de nada sirve cuando abro los ojos y no veo ese negro infinito de su cabello.
Me levanté realmente temprano, quería prepararle un desayuno, para pedirle perdón por lo que sea que haya hecho y también quiero que hablemos. No soporto estar peleado con ella, mi vida es una mierda cuando ella no está. Lo comprobé en la universidad, ella es lo único que necesito para ser feliz, lo único que quiero.