Alex (||)

21. Así me gusta más.

Narra Amber: Pasamos una tarde agradable con los chicos, comimos, hablamos de los planes para la ceremonia y Keila me pidió que cante en su día, lo que me hizo sentir realmente halagada.
Pero yo intercalé mi día con la alegría de mis amigos y la tristeza de Matilda, que me envió mensajes todo el día, tratando de desahogarse conmigo y yo la apoyé, al final, ella no tiene muchos amigos y yo soy como su hermana mayor. Me pone muy triste toda esta situación, ya que ninguna de las partes se lo merece y aún no entiendo porque Rose escondió la verdad.

Para cuando nos fuimos de la casa de Keila, eran las once de la noche y yo estaba completamente muerta, ya que había dormido poco ayer y mi cabeza no había parado de pensar. Además, mañana es el almuerzo en lo de Grace y además, tengo que preparar las clases para el resto de la semana.

Alex iba manejando y yo iba mirándolo. Todos estos años, todas nuestras experiencias, las veces que peleamos y nuestras reconciliaciones, nos hicieron ser la pareja que somos ahora y nos hicieron madurar. Alex ha crecido tanto, que cuando nos recuerdo de niños, me cuesta creer que él es la misma persona. El presumido sigue ahí, pero sale solo a bromear, el fuckboy nos visita todas las noches y es más que bienvenido, él Playboy se enamoró... de mi. Lo que es asombroso ¿Qué tengo yo de especial?

—Muchas cosas, bebé — dijo Alex tomando mi mano, para después ponerla sobre el freno de mano y colocando la suya sobre la mía.

—¿Qué?— pregunté confundida.

—Preguntaste que tenías de especial y yo te respondí... muchas cosas— respondió él con una sonrisa dulce.
Genial, lo que me faltaba, hablar sin darme cuenta. Pero bueno, ya que estamos...

—¿Qué cosas?— pregunté con una sonrisa. Él abrió la boca para contestar, pero su celular empezó a sonar y él atendió, pocos segundos después, la voz de Sebastian, invadió el auto.

—Hola, papá — dijo Alex, sin despegar la vista del camino.
Realmente me alegra que su relación haya avanzado. Sebastian puso todo de su parte y Cleo también ayudó bastante, además, James, se ha vuelto el consejero de Alex, al igual que Richard, el portero, en quien Alex confía más, ya que es neutral en la situación.

—Hijo, necesito un favor tuyo y es uno grande, enorme y se que será un dolor de culo para ti— dijo Sebastian y Alex tomó una gran bocanada de aire.

—Dime.

—Tu abuelo quiere que vayamos a cenar a su casa mañana y no quiero ir solo, por favor, acompáñame — pidió Sebastian y el ruego era claro en su voz.
Se que Alex no soporta a sus abuelos y que seguramente necesitaría estar más que drogado para ir porque sí, pero se nota que Sebastian no quiere ir solo. Así que se me ocurrió una idea.

—¿Puedo ir?— pregunté acariciando la mano de Alex, tratando de calmarlo y él me miró con las cejas alzadas.

—Claro, Amber, serás más que bienvenida— respondió mi suegro al cual no le digo suegro, pero me gusta burlarme de eso con Alex.

—Bien ¿A qué hora?— preguntó Alex, llegando al bloque y después esperamos que se abra la puerta del garaje.

—A las ocho, podemos irnos después del almuerzo en lo de Grace— dijo Sebastian y Alex hizo un sonido para hacerle saber que lo había oído.

—Nos vemos mañana, entonces, adiós, papá, cuídate — dijo Alex antes de cortar.

Él entró al estacionamiento y estacionó en su lugar, después de eso, soltó aire y se apoyó en el volante.
Me desprendí el cinturón, después me acerqué a él y apoyé mi cabeza en su hombro. Él se sentó bien y después me tomó por la cintura, para hacer que me siente a horcajadas sobre el.
Lo abracé y besé su cabello, mi marinero está herido por sus abuelos, esas personas despreciables, que lo obligaron a crecer en un ambiente de violencia y maltratos, que no eran necesariamente golpes. Por su culpa, Alex creció buscando la aprobación de todos, no se quiso a sí mismo, pensando que no era lo suficientemente bueno para cualquier cosa que se le ocurriera.
Y eso, a pesar de que Alex ya es un adulto, aún lo molesta, porque sabe todo lo que perdió por tratar de encajar.