Terminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades.
Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos.
(Segunda parte de Amber)
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Narra Amber: Hoy es 24 de diciembre. Día de cena familiar. Día de recibir la navidad junto a Grace y Ray. Día en el que Perséfone abre sus regalos con euforia a pesar de que no recordará esto cuando sea grande. Y como todos los 24 de diciembre, en nuestro querido pueblo hace muchísimo calor, pero haber estado un rato hundida en la tina ayudó mucho.
Todo ha ido bien en este tiempo, Alex y yo resultamos mejores padres de lo que creíamos y nuestra pequeña niña es la mejor cosa que nos ha pasado. Cada día descubrimos un nuevo aspecto suyo y al por lo veo, ella y su papá serán armadores de puzzles profesionales dentro de poco, o eso quiere Alex.
Mi marinero es el mejor papá del mundo, tan compañero y fiel que no logro imaginar a otra persona en su lugar. Todo ha sido positivo en nuestra experiencia como padres, hasta el test de embarazo que me acabo de hacer.
Hace una semana empecé con nauseas y mareos, decidí que no dejaría pasar tanto tiempo como lo hice con Perséfone, así que fui y compré un par de test... todos dieron positivo.
Cuando me entere de lo de Perséfone estaba asustada de muerte, nunca me había sentido así de insegura en mi vida, pero ahora ya se que soy buena siendo mamá, además, tenemos la condición como para otro bebé, pero aún así, me preocupa la reacción de Alex. A veces aún pienso que las cosas saldrán mal, pero no volveré a cometer los errores de la primera vez, Alex debe ser el primero en enterarse esta vez y aunque me encanta imaginar su reacción, prefiero ver la real.
Estoy realmente nerviosa, tengo mucho miedo de arruinar la navidad con esta noticia, pero no lo sé, Alex se ve muy feliz con Perséfone ¿por que no querría otro, no?
Después de vestirme y peinarme, baje hacia la sala, sintiendo la decoración navideña contra la palma de mi mano y sonreí, pues nunca creí que Alex estaría colocando estas cosas en nuestra casa, pero a Perséfone le encantan y no es noticia nueva que Alex saltaría de un precipicio con tal de hacerla feliz.
Cuando termine de bajar el último escalón, vi hacia la sala, donde Alex estaba acostado en el sofá, con Perséfone sobre su pecho, mientras ambos dormían profundamente, con Carlos acostado en el piso junto al sofá, con Bonito encima de él y sonreí mientras los observaba.
Son tan tiernos cuando están juntos. A veces me estreso tanto, me desespero y me dan miedo muchas cosas, pero solo me basta verlos para volver a estar feliz. Ellos son mi felicidad, mi pequeña familia, hay tanto cariño en mi hogar que a veces me cuesta creer que es mío.
Me acerqué a ellos, sentándome a un lado del sofá y saqué mi celular, para después empezar a tomarles fotos, pues no hay nada que me guste más que ellos dos juntos, mis dos amores y espero que ahora sean tres.
De pronto, Alex abrió los ojos, muy despacio, revelándome de a poco el azul de su mirada, la cual aún está tan llena de cariño para mi.
