Narra Amber: Al medio día me encontraba terminando mi primera clase del día, hoy es jueves, así que tengo pocas clases que dar hoy, además, tengo cita con el oculista, ya que últimamente no veo ni que autobús está frente a mi.
Cuando la clase termino fui a comprarme algo para almorzar y le envié un mensaje a Alex para preguntar cómo iba con su día. Mientras esperaba su respuesta entre al grupo de chat con Keila y Nara, había un mensaje de Nara que decía que tenía que vernos, les dije si querían acompañarme al oculista y me respondieron que sí. Apenas terminé de enviar el mensaje, me entró una videollamada de Alex.—Hola, mi amor— dijo el sentado en lo que parecía el comedor de la empresa. No se que hace ahí, el tiene su propia oficina y además no le gusta mucho compartir con sus compañeros, tal vez hizo algún amigo, difícil para el, ya que todos creen que él está ahí por ser el nieto del dueño de la empresa, lo que me molesta mucho, porque he sido testigo de todo lo que ha trabajado.
—Hola, guapo— sonreí antes de darle una mordida a mi pascualina.
—¿También estás en hora de almuerzo?— sonrió mostrándome sus preciosos dientes.
—Sí, después de esto tengo una clase más y luego cita con el oculista, de paso voy a ver a las chicas— le comenté.
—Mándales saludos y cuidate mucho ¿Si?— dijo el comiendo de su ensalada.
Nos quedamos charlando un rato sobre temas aleatorios, lo que me levantó el ánimo, ya que estaba algo decaída, pero Alex siempre sabe ponerme de buen humor.
De pronto uno de sus compañeros paso por detrás de el y le golpeó la parte trasera de la cabeza, lo que me molestó mucho y a Alex tampoco le agradó el gesto.—¿Qué te pasa, idiota?— pregunté lo suficientemente alto como para que el idiota me escuche, pero llamé la atención de algunas madres que estaban esperando a sus hijos.
—Que tierno, tu mujer te defiende— dijo su compañero en un tono burlón, lo que molestó de más a Alex.
—Ricardo, ven aquí, un segundo— dijo Alex con su tono de amabilidad fingida y su sonrisa de incomodidad.
El tal Ricardo se acercó y Alex, quién se paró y apoyó sus manos en los hombros del chico, para después sonreírle un poco más.
—Mira, si me vuelves a molestar, te voy a patear el culo, luego tendré que usar mi posición de niño mimado y te ganarás un despido de por vida, ah, otra cosa, vuelve a nombrar a mi mujer, por la más mínima cosa y tendremos más que palabras ¿Estamos?— Alex sonrió y le dió unos golpecitos en la mejilla, tal vez demasiado fuertes, causando que la cara del chico haga eco.
El tal Ricardo quedó como papel de baño, completamente blanco y tragó saliva. El se la buscó, Alex ya estaba cansado y yo también, iba a ir yo misma a darles una patada en el culo.
—¿Estamos?— insistió Alex a la vez que su sonrisa desaparecía y el apretaba los dientes.—Estamos— dijo Ricardo con cara de preocupación, antes de irse.
Alex se volvió a sentar en su lugar antes de tomar su celular en la mano y sonreírme.—Amor, mi hora de almuerzo terminó, me tengo que ir, pero mándame mensajes, me encanta que lo hagas, cuídate mucho y llámame si me necesitas, te amo— dijo el siendo muy amable, no quiere agarrarlas conmigo, pero está muy enojado.
—Yo a ti, nos vemos luego— le sonreí y después corté la llamada para irme a dar mi próxima clase.
[...]
A la tarde, después del oculista y de charlar con las chicas, me encontraba en la cocina del departamento, comiendo un chocolate y leyendo un libro que me había recomendado Nara, aunque mis pensamientos estaban nublados por ella misma. Ella piensa que está embarazada y está asustada. Dijo que se haría una prueba a la noche, Keila y yo insistimos para acompañarla, pero dijo que tenía que hacerlo sola.La puerta de la entrada se escuchó y después un azote muy fuerte retumbó por el departamento, asustando a Carlos, que salió corriendo de la cocina. Me levanté y ví a Alex, entrando enojado, soltando aire por la nariz y a punto de echar humo por las orejas. Dios, hacia mucho no veía a Alex enojado y me sigue calentando tanto como el primer día.

ESTÁS LEYENDO
Alex (||)
RandomTerminar la universidad significa comenzar una vida de adulto y con ella hay dificultades. Amber y Alex no tienen nada muy claro, pero hay una cosa de la que están seguros y es que quieren afrontar todo juntos. (Segunda parte de Amber)