Alex (||)

43. No vamos a huir

Narra Amber: Ir al almuerzo en la casa de Grace era algo que Alex no tenía planeado para este domingo, ya que quiere evitar a toda costa cruzarse con su mamá. Pero accedió a ir cuando su abuelo le contó que Cleo no iba a ir, cosa que Alex dudó, pero de todas formas aceptó ir, ya que no quiere darle disgustos a su abuela.
Él se veía bastante cansado, así que decidí manejar yo el día de hoy. Alex tenía su mano en mi muslo, mientras que ambos tarareábamos la melodía de una canción de Sharif, que nos gustaba cantar en las visitas que Alex nos hacía en las épocas de universidad.
El, por suerte, se ve mucho más animado y además, también quiere verse fuerte para su padre, pues quiere hacerle saber que tiene un lugar a donde ir si quiere compañía, lo que me parece muy tierno de su parte.
El día es perfecto para un almuerzo al aire libre, ya qué hay sol, hace calor, pero también hay una brisa que se siente genial, por eso me pareció tan buena idea cuando Grace dijo que haría la mesa en el patio trasero de su hogar.

Estacione frente a la casa de Grace, a la vez que Alex giraba su cabeza para mirarme, con un puchero y yo sentí que se me iba a derretir el corazón de lo tierno que se veía. Apreté sus mejillas e hice que se vea aún más tierno.

—Alex feliz— sonreí, tratando de subirle el animo y al parecer funcionó, ya que él sonrió, antes de besar mi mano.

—Bien, hagámoslo— dijo antes de bajarse del auto, para después abrirle a Carlos, quien saltó de la parte trasera y se quedó obediente, esperando a que Alex le ponga la correa. Carlos no es así de obediente conmigo.

Me baje del auto y lo rodee para alcanzarlos, Alex me rodeo por los hombros, yo rodeé su cintura, mientras que ambos cruzábamos la calle junto a nuestro bonito perro golden.

Cuando entramos por la puerta del jardín trasero, vimos a Nara abrazando a Grace, mientras le basaba la frente y me pareció muy tierno. Nara querrá morir cuando vea que la cachamos siendo tierna, pero ya todos sabemos que es un amor, así que no hay nada que nos pueda ocultar. Además, Grace es como la abuela de todos, ninguno puede evitar mimarla.
Fui hacia ellas y me uní al abrazo, pues no lo pude evitar.

—Hola, corazón— dijo Grace, mirándome con una sonrisa.

—Hola, Grace— le acaricié su sedoso cabello que estaba blanco como una montaña cubierta en nieve.

Las tres nos separamos, para después saludarnos con un beso en la mejilla. Hoy nos faltaron dos integrantes, ya que Keila y Max se fueron de Luna de miel el mismo día del funeral de Rami, por suerte vuelven pronto.

Miré hacia Alex, para verlo abrazado a Sebastián y Leo, como si los tres se estuvieran dando animo entre sí y creo que ya he visto demasiadas muestras de amor por hoy, pues tengo lágrimas en los ojos.
Me sentí tan feliz cuando Alex empezó a dejarse querer, cuando acepto todo ese cariño que queríamos darle, pero del cual él no se creía merecedor.
No pude evitar tomar mi celular para sacarles una foto, pues es uno de los momentos que querré recordar cuando este triste y quiere sentirme mejor.

Luego de la cálida bienvenida, ayudamos a Grace a poner la mesa, para después todos sentarnos en nuestros lugares. David, como de costumbre, quiso sentarse sobre el regazo de Alex, quien jamás podría negarle nada a su pequeño hermano.

Todos empezamos a comer, mientras charlábamos, tratando de evitar el tema de Rami, lo que aún es aún herida abierta para Sebastian y por supuesto que para Alex también, pero para nuestra suerte el lo está manejando mejor.
Siempre me causará ternura la forma en la que Alex corta la carne para su hermano, como lo cuida, el cariño con el que lo trata, es algo tan hermoso de ver.

—Alex— una voz se hizo presente y cuando miré a la dirección en que venía, vi a James, entrando por el jardín trasero. Él se ve enojado y parece que no ha dormido en días, cosa que es rara de ver en el, ya que James siempre es todo amor y paz.