02. Bucky Barnes

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Porque nunca nos cansaremos del hermoso James Buchannan Barnes

La doctora de servicio militar, Genevieve Wells corría por su vida intentando escapar de sus captores, se encontraba en una de las vastas selvas de África, había sido capturada desde hace días, según su cuenta mental, saliendo ilesa solo por un pequeño descuido de su cuidador.

Las ramas bajas golpeaban su rostro, las raíces entorpecían su huida, pero ella no quitaba el dedo del renglón, su vida dependía de seguir en pie, escucha los gritos de caza detrás de ella, estaban cerca, aumento su velocidad sin darse cuenta que se estaba acercando peligrosamente a un domo de alta tecnología, Genevieve dio un último vistazo sobre su espalda para ver si sus captores estaban cerca, su cuerpo impacta contra el domo de la civilización escondida en el corazón de África, su cuerpo cae al suelo con un enorme dolor, va perdiendo la conciencia poco a poco, lo último que ve es una pantera, pensando que su destino era morir finalmente, a manos de la naturaleza o del ser humano.

Las ramas bajas golpeaban su rostro, las raíces entorpecían su huida, pero ella no quitaba el dedo del renglón, su vida dependía de seguir en pie, escucha los gritos de caza detrás de ella, estaban cerca, aumento su velocidad sin darse cuenta que ...

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Lo que Genevieve no sabía es que se había topado con la leyenda de la Pantera Negra, el cuidador de Wakanda, una de las pocas civilizaciones que se mantenía alejada de cualquier disturbio político, social y económico del mundo, conocidos como un país tercermundista dedicado a la agronomía, pero todos estaban equivocados, ya que Wakanda había mantenido su riqueza como su más grande secreto por generaciones.

Genevieve despierta sobresaltada sentándose de golpe, impresionada por seguir viva y asustada por no saber dónde se encontraba, esperaba ver una cueva oliendo a muerte o una carpa sucia, deteriorada y apestosa, pero lo que estaba frente a sus ojos no era ninguna de esas dos opciones, era un laboratorio, impecable a su parecer y de una alta tecnología que sobrepasaba por mucho la de Anthony Stark.

Se levanta de la camilla donde estaba recostada, se sorprende al ver cómo no está sostenida de nada, estaba flotando, retrocede unos cuantos encontrándose con las cosas asombrosas en la habitación —¿Magia? —pregunta incrédula, era una mujer científica y no creía en todo eso, pero era la única respuesta lógica que su cansado cerebro le podía dar.

—No es magia, es tecnología —responde una voz a sus espaldas, ella gira rápidamente encontrándose con una adolescente —Buenas tardes, señorita Wells, nos alegra tenerla en el mundo de los vivos —agrega haciendo que la sudafricana no detecte el ace...

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—No es magia, es tecnología —responde una voz a sus espaldas, ella gira rápidamente encontrándose con una adolescente —Buenas tardes, señorita Wells, nos alegra tenerla en el mundo de los vivos —agrega haciendo que la sudafricana no detecte el acento en su voz.

Little Stories To Tell | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora