Little Stories To Tell | Sebastian Stan

30. Sebastian Stan

Dedicado a 962079362a
Muchas felicidades y espero que hoy te la pases muy bien, te mando todos mis mejores deseos 🥰🥰🥰

Sabía que querías algo dulce y soft, pero posiblemente esté también te encante ♥️♥️♥️
(Al menos eso espero 🤭)

Nota: smut en cursivas.
Consideró que el shot toma temas pesados o es algo turbio, no tan exagerado, pero para que no las tome por sorpresa ♥️

UNICA PARTE

Genevieve sentía algo extraño cada vez que salía de casa, una presencia acechadora, pero al mirar sobre su hombro no encontraba nada extraño, estaba volviéndose loca, la escuela y el trabajo la tenía en constante presión.

Estaba estudiando criminología y posiblemente eso la volvía paranoica, su profesor de balística forense le había enseñado a siempre vigilar su espalda, ya que desde que entró a la carrera, tenía un blanco en su espalda, para bien o para mal Genevieve ya era observada por muchos. 

Ignoro aquel sentimiento de acoso y siguió caminando hacia el lugar de su cita, cruzo el paso peatonal hacia la otra acera. 

A la distancia se encontraba el responsable de aquel sentimiento en la estudiante, Sebastian la había seguido por meses, la conoció una noche en la que llego a su trabajo de mesera, la pelirroja lo había atendido amablemente, muchos lo conocían en aquel barrio de mala muerte, puesto que era el que los dejaba vivir en sus terrenos mientras él hacia sus trabajos en uno de los edificios. 

Pero ella no, lo trato como un ser humano, como una persona real y no un criminal que pudiera matarla si no le gustaba su mirada, o esa chica era muy tonta, nueva en el lugar o era una listilla que querían que la sacaran de su miseria, cualquiera que fuera la razón, a Sebastian no le importaba y cayo a los pies de la chica. 

Solo se permitía ir una vez a la semana al local, no quería levantar sospechas, que nadie supiera que quería a la chica, tal vez por su propia protección o porque a él no le gustaba que encontraran algún punto débil en su vida. 

Con el paso de los días empezó a seguirla, verla salir de casa y que llegara sana a la escuela, después llegaba a su hora de salida para continuar monitoreandola hasta la llegada de su trabajo nocturno. 

Y ahora la observaba en su día de descanso, quería tomarla, llevársela de aquella estúpida ciudad, Nueva York podía ser su mayor fuente de ingreso, pero la odiaba, detestaba el bullicio en ella, las chicas denigrándose mas de lo que él consideraba necesario, los hombres queriéndose hacer pasar por un lobo que ni podía cazar a una solitaria paloma. 

Sus visitas siempre eran cortas, una semana a lo mucho, pero se había sorprendido a si mismo aguantar tanto tiempo en la ciudad que nunca duerme, todo por una chica, que bajo ha caído.