One-shots, imaginas, pequeños momentos de ensueño al lado del rumano mas querido de marvel.
Las historias serán sobre Sebastian o cualquiera de los personajes que ha dado vida.
Espero que les guste el contenido que les traigo, dejen sus comentario...
Steve no se había dado cuenta que Trevor había desaparecido, ni Karen sabía que su hijo iba al peligro, ninguna persona noto que un pequeño niño había salido del campo de visión de sus padres.
La puerta de aquel pequeño restaurante se abrió, dejando al niño ver la calle, una persona entró, sin ponerle la debida atención, el pequeño salió de aquel lugar, su padre lo vio, pero era tarde.
Por la acera caminaba un grupo de amigos, hablando en un idioma extranjero, riendo por algunas cosas, Genevieve, la dulce castaña recién graduada de la universidad estaba entre ellos, sonriendo ante lo que sus amigos decían, festejarían el último día que tendrían juntos, antes de partir a diferentes partes de Estados Unidos y dejando a la castaña en el condado de Houston, la chica se detuvo al sentir un golpe en sus piernas, bajo su mirada encontrándose a Trevor en el piso —¡Epa! —fue lo que artículo de sorpresa la mexicana, bajo a la altura del pequeño y le extendió su mano —¿Qué ha pasado? —le pregunta en inglés, el niño simplemente la observa, con algo de miedo y tristeza por su rodilla raspada.
La chica saco de su bolsillo su pequeño kit de emergencia, no por nada había estudiado siete años de medicina y los niños eran su especialidad —¿Y papá? —pregunto viendo al nene a los ojos, mientras sus manos trabajan en su herida.
—Trevor —se escuchó la voz de Steve, llegando finalmente hasta donde estaba su hijo —¿Qué ha pasado? —pregunta viendo a la latina.
Genevieve coloca un apósito adhesivo en su herida —Hemos tropezado y ha lastimado su rodilla —contesta sin más la chica, levantándose, mientras Steve cargaba a su hijo.
—Gracias, se ha escapado un segundo y... No me imagino que pudiera haber sucedido.
La chica asiente, dedicándole una sonrisa a ambos hombres —No hay ningún problema, hemos tenido suerte, pero, deberías mantener un ojo en tu hijo, en todo momento —dice bajando la mirada —Nunca sabes que puede suceder.
Las palabras de la extraña tenían mucho que ocultar, una gran pena familiar que la había seguido por varios años y lo seguiría haciendo.
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—¿Puedo ofrecerte algo? —le pregunta el rubio —Por haber ayudado a Trevor, claro si quieres —sin saber porque, Steve comenzó a ponerse nervioso, no quería hacer pensar a la chica que era uno de esos hombres pervertidos que se sobrepasaría con ella, pero realmente le quería agradecer aquel gesto tan abnegado.
Genevieve le dedicó un dulce sonrisa, coloco algunos mechones tras su oreja, bajando el rostro un poco apenas, su sello personal de coqueteó y un poco de vergüenza —Posiblemente en otra ocasión —responde —En este momento me encuentro con mis amigos.
—¿Entonces puede haber otra ocasión? —le pregunta emocionado, quería tener la certeza de verla nuevamente.
La chica rió y siguió a sus amigos hacia el interior del restaurante, girando su rostro varias veces hacia Steve.
