12.3 Sebastian Stan

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Solo quiero advertirles que la infidelidad de Sebastian marco mucho a Genevieve, volviéndola algo insegura de si misma y al menos por un tiempo su confianza y determinación la abandonaron. 

PARTE 3

Sebastian

Como en silencio al otro extremo de la mesa del comedor, Genevieve había salido de su habitación hace días haciendo su presencia como la de un fantasma, sin hablar, sin mirarme y sobre todo evadiéndome excepto las horas de comida o cuando mis padres venían a visitarnos.

—¿En algún momento volveré a escuchar tu voz? —le cuestiono dejando mis utensilios sobre el plato, Genevieve se dedica a seguir comiendo en silencio, ninguna parte de su cuerpo se tensa al escucharme hablar, era como si no me hubiera escuchado en ...

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—¿En algún momento volveré a escuchar tu voz? —le cuestiono dejando mis utensilios sobre el plato, Genevieve se dedica a seguir comiendo en silencio, ninguna parte de su cuerpo se tensa al escucharme hablar, era como si no me hubiera escuchado en primer lugar—Te estás comportando como una niña, esto es infantil, Genevieve, somos un matrimonio y debemos hablar sobre mi falta.

Ella alza su mirada, baja con lentitud su tenedor regresando el pedazo de comida al plato, se sienta recta en la silla, no me está viendo del todo, más bien su mirada está fija sobre un punto a la altura de mi rostro, sus movimientos delicados y calculados me hacen saber que no quiere armar un teatro esta noche, sonrió al saber que realmente le importaba lo que sucedía, era una buena señal, le importaba a Evie.

—No quiero hablar sobre tu falta de respeto hacia mí, no quiero saber que te orilló a revolcarte con esa tipa en mi jardín, no quiero saber las escusas que has planeado por las dos semanas que te he tenido en penitencia, simplemente no quiero escucharte, Sebastian.

—¿Entonces no te importa que haya faltado a nuestros votos? ¿Qué haya mandado al carajo este matrimonio?

Un leve sollozo se escapa de su boca, la veo levantarse de su lugar y me siento un imbécil al verla destrozada —Pensé que estábamos bien —dice entrecortadamente —Pensé que era una buena esposa, sabía que no me amabas, pero algo en mi me decía que ...

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Un leve sollozo se escapa de su boca, la veo levantarse de su lugar y me siento un imbécil al verla destrozada —Pensé que estábamos bien —dice entrecortadamente —Pensé que era una buena esposa, sabía que no me amabas, pero algo en mi me decía que al menos tu respeto lo tenía, y eso es lo que más me dolió al verte con ella, el darme cuenta que para ti no soy más que una obligación.

Little Stories To Tell | Sebastian StanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora