Sebastian Stan
El cumpleaños de Sebastian había llegado y por primera vez en los cinco años de novios y tres de casados, no tenías nada que regalarle.
Era el típico "Es que él tiene todo, ¿Qué le puedes dar a una persona que tiene todo?"
Te devanaste los sesos intentando encontrar algún regalo perfecto para Sebastian.
¿El pago de Netflix de todo el año?, Nop, Mackie se encargó de aquello.
¿Amazon prime?, Chris Evans.
¿Membresía del GYM?, Nop, Saladino se encargó de aquello.
¿Ropa?, Sebastian tenía montones de ropa que no usaba, todos los días usaba las mismas tres camisetas que le encantaban.
¿Alcohol?, Tampoco era una opción, su madre le regalaba una botella todos los años, la cual se terminaba al día siguiente.
¿Calcetines?, No, terminarías robandolos.
¿Comida?, Eso era todo lo que entraría en su sistema todo el día.
¿Qué le compró, qué le compro?, Te cuestionabas una y otra vez.
Bueno, lo dejarías de lado, era momento de hacer el desayuno para tu esposo.
Te pusiste manos a la obra, lista para hacer los donuts con queso rumanos que tanto le encantaban al extranjero, colocaste los tres en el plato, dejando algunos más en el calor de la cocina, sabiendo que más tarde el ojiazul bajaría por más.
Subiste a la habitación y entraste, empezando a cantar en voz baja, Sebastian se removió en su lugar de la cama, lo viste estirarse y finalmente abrir los ojos, te sonrió adormilado, la imagen más dulce que siempre tendrías para ver todos los días.
—Buenos días —dijiste sentandote en el pequeño espacio que su cuerpo te permitía.
—Buenos días, cariño.
Dejaste la bandeja de comida en el buró al lado de la cama, te acercaste a su rostro y diste un dulce beso en sus labios —Feliz cumpleaños, pequeño rumano —sonreiste ampliamente.
—¿Es hoy? —pregunta haciéndose el tonto.
Reiste levemente —Bueno, eso creo, porque mi calendario decía, hacer donuts de queso, y eso solo los hago cuando...
—Quieres miles de besos míos —contesta tomando tu rostro entre sus manos y repartiendo miles de besos en tu cara.
En la tarde se encontraban con la familia del morocho, tú aun no tenías si regalo y pensabas escaparte, pero el morocho no te dejaba ni un segundo.
—Ten nena —te ofrece el vino que su madre había servido.
—Hoy no —le respondes declinando.
—¿Sucede algo? —pregunta frunciendo el ceño, era raro que rechazaras algo en casa de su madre, más un bien vino.
—Fui a hacerme unos estudios al hospital, me dijeron que no tomara alcohol en 48 horas por si necesitan hacerme más estudios.
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Little Stories To Tell | Sebastian Stan
RomanceOne-shots, imaginas, pequeños momentos de ensueño al lado del rumano mas querido de marvel. Las historias serán sobre Sebastian o cualquiera de los personajes que ha dado vida. Espero que les guste el contenido que les traigo, dejen sus comentario...