One-shots, imaginas, pequeños momentos de ensueño al lado del rumano mas querido de marvel.
Las historias serán sobre Sebastian o cualquiera de los personajes que ha dado vida.
Espero que les guste el contenido que les traigo, dejen sus comentario...
Nota: ligero smut que estará indicado en cursivas.
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Camino por el pasillo del hospital veterinario saliendo finalmente a la recepción, le sonrió a la recepcionista tomando el portapapeles de citas que estaban pendientes aunque esta ya se encontraba vacía por el momento.
— ¿Hay mas baños el día de hoy? —pregunto dejando la tableta sobre la mesa, me acerco al pequeño refrigerador detrás del mostrador sacando una botella te agua.
— Si, todos están aprovechando la llegada del verano para traer a sus cachorros a bañar y cortar el pelo.
Rio tomando de mi bebida, mi mirada pasa a la puerta cuando el timbre se escucha anunciando la llegada de un nuevo cliente, me quedo estática al ver al hombre que ha entrado a la veterinaria, era alto de cuerpo bien trabajado pero sin llegar a los extremos que los fisicoculturistas presentaban, vestía una camisa azul grisáceo, jeans negros ajustados a sus amoldadas piernas, botas de combate y una chaqueta de cuero, las vibras de chico malo emanaban completamente de su anatomía haciendo que retroceda unos cuantos pasos cuando llega al mostrador.
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Trago levemente saliva llevando mi mirada al compañero canino a su lado, era de mediana complexión y completamente peludo de color crema, sigo observando al animal viéndolo muy animado y carismático al observar a la gatita del lugar esta actitud me daba a entender que era un cruce de un labrador golden retriever con algún otro perro que no era de raza. Posiblemente era rescatado o un regalo de algún amigo.
—Bienvenido al Hospital Veterinario y Casa de Rescate, Pet Home, soy Genevieve Walker ¿En qué puedo ayudarte? —intento que el nerviosismo por su mirada intensa sobre mi pase desaparecido, y ante el sí sucede, pero con mi compañera de trabajo, que me conoce desde hace 5 años, no es el mismo caso, mi voz me había delatado al volverse un poco más aguda.
Toda mirada imponente, intimidación física que él podía poner frente a ti se desvaneció en el momento que abrió la boca y sus gestos fueron de preocupación absoluta —Ella es Sídney —contesta algo nervioso el ojiazul —Hace un mes aproximadamente la lleve al parque canino, el que está a tres cuadras de aquí —asiente cuando le doy a entender que reconozco el lugar que me había dicho, algunas veces mientras mi turno estaba tranquilo llevaba a pasear a los perros rescatados por nuestro compañero Will —Bueno, me distraje como cinco segundos y Sídney se extravió alrededor de diez minutos, al encontrarla estaba al lado de un perro y hasta ahora creo que la monto —sigue con su historia llevando su mano a su cabello —Ha subido de peso, ha vomitado algunas veces, su temperamento hacia mí a veces es algo hosco, nunca había pasado —confiesa avergonzado —Y sus... —dice apuntado las mamas de la perra a su lado causando que la recepcionista ría levemente por el actuar del hombre frente a nosotros, él nos mira más avergonzado tomando un tierno color rosado en toda su cara, aprieto los labios para no reírme de la tierna escena y obtener que nuestro potencial cliente se vaya del lugar —Están más grandes —termina su plática con un suspiro fuerte.
