EXCEPCIÓN

Capítulo 47.

Básicamente no podía andar por las calles sin que algún reportero me acosara. Habían pasado dos semanas desde que nuestra relación falsa había terminado.

Evan no había dado declaraciones aún, ni yo mucho menos.

Estaba casi segura, que estaban reunidos haciendo un plan para la aparición de Nessa en pantalla.

Al final, ella salió victoriosa.

— ¿Quieres que pasemos a comprar algo de comer?

Klein se detiene frente al restaurante mexicano que solía visitar con frecuencia.

¿Por qué las personas que se van marchan dejan rastro en los lugares, en los olores e incluso en la música?

No lo sabía, y supongo que nadie lo sabrá porque se han marchado.

— Entremos, muero de hambre — digo lo más tranquila posible.

Nos dan una mesa, y Julia la que chica que nos atendía, ahora también lo hace. Me ve, y después mira hacia Klein.

Estoy segura que se pregunta dónde está Evan, pero eso mismo me pregunto yo.

— ¿Lo de siempre?

— Por supuesto.

Julia me guiña un ojo, en camino a nuestra orden.

— ¿La conoces?

— Solía venir aquí.

— ¡Vaya! — justa ambas manos — Olvide que ya había venido.

— Descuida, solemos olvidar lo que creemos innecesario.

— No creo que mis recuerdos de ti sean innecesarios, solo los estoy guardando muy dentro de mí para mantenerlos a salvo.

Intento no reír.

— Eso es la peor excusa para decir que se te olvido algo.

— Lo es, pero suena poético.

— Poéticamente horroroso.

Ambos nos miramos con una sonrisa bailando en nuestras bocas.

Julia está de vuelta con nuestra orden de enchiladas y ambos comenzamos a comer. En silencio, pero no dura mucho.

— Klein.— mi sonrisa se borra.

Su mirada vuelve a encontrarme.

— Cuando encuentres una chica, asegúrame que lucharas por ella.

— ¿Q-qué? — se atraganta.

Estiro mi mano sobre la mesa para alcanzar la suya.

— Por favor dímelo, sabes que no creo en las promesas. Pero por favor, dime que lo harás.

Mis lagrimas comienzan a caer.

— Lo haré. — Klein suelta mi mano para limpiar mis mejillas.

Lo de nosotros no volvió a funcionar, como esperábamos que ocurriría, y lo mínimo que puedo pedirle es que luche.

Luche verdaderamente.

Que luche por lo que en su momento no hizo.

Que luche y me demuestre todo lo contrario, aunque no sea conmigo. Después de todo, ambos lo merecíamos.

✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧

Salimos del lugar, y por instinto entrelazo mi brazo con el suyo andando por la calle. Estar de nuevo con Klein, conversando me recordaba a los viejos tiempos.