Capítulo 56.

81 22 31
                                    

Cuando Evan dormía, mirarlo se había vuelto mi cosa preferida. Ver las estrellas en mi techo había quedado atrás. Ahora lo miraba a él y era suficiente.

En una ocasión que me atrapó mirándolo y me avergoncé por ello.

Pero el no dijo nada, solo sonrió.

— ¿Se convirtió en tu cosa favorita? — preguntó.

— ¡Esto es vergonzoso! — chillé.

Cubrí mi rostro con mis manos, pero estas fueran quitadas inmediatamente.

— Yo te miro, te miro cuando no te das cuenta, cuando estas distraída incluso cuando crees que nadie lo hace. Y no me avergüenza decírtelo, ya que eso solo te convierte en lo favorito de mis ojos.

Tomó mis manos y depósito un beso en cada una de ellas.

— Espero sea así siempre.

— Como podría ignorarte, cuando eres lo que más brilla en cualquier habitación, en cualquier lugar — recorrió su pulgar por mi mejilla —. En todo.

Corte la poca distancia y lo bese sin saber qué decir. Mi voz la sentía temblar y esa era mi forma de agradecer. Colocó sus manos en mi rostro y supe que él lo entendía perfectamente.

No habría nadie más, pensé.

El sería el chico con él que recorrería y señalaría estrellas.

Evan Arwenson.

Solo que eso no sucedió, las promesas rara vez son verdaderas y en esta ocasión no fue distinto.

¿Lo es? ¿Lo era?

Después de diez minutos de tratar tranquilizarme, terminé por salir del baño.

Gemma se quedó conmigo en todo momento, lo más sorprendente en que las lágrimas nunca llegaron.

Espere y espere, y no aparecieron.

Sin embargo, la molestia llegó, estaba enojada por todo lo que ocurría. Mi necesidad de desahogarme era poder gritar, gritarle a Evan lo cobarde que era. Que me mirara a los ojos y me dijera una maldita verdad.

Yo siempre lo había hecho.

— Sus lugares están por aquí.

Un asistente del teatro nos conduce al frente de salón, y para mi sorpresa Evan y Nessa están justo a lado.

¿Qué hice para merecer tal cosa?

Nessa se estremece al verme, lo cual me resulta divertido.

— Por aquí, Halley. — Klein me estira su mano y me lleva al asiento de junto.

Gemma me sigue por detrás, y no puedo evitar ver el cómo mata a Evan con la mirada. Agradezco de haberla convencido de dejar la katana.

Son solo tres asientos los que me separan de él.

¿Debería pararme y golpearlo por mí misma?

Las luces se apagan y la premiación está por comenzar.

Llego la hora.

✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧

Aplausos siguen resonando después de cada entrega de premio. Me giro a mi derecha y puedo ver que Gemma se ha quitado el sombrero para disfrutar de los premios. Coge la mano de Wallace y ocasionalmente la pellizca cuando se emociona por el ganador.
Levanto la mirada de sus manos y ya no me concentro en ellos, sino en quien me mira.

EXCEPCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora