Cuando crees que las cosas por fin pueden ir bien, recuerda que las estrellas se alinean y conspiran en contra de lo que deseas. La mayoría de las estrellas son egoístas.
Solo que por un momento lo olvide.
Estoy encerrada en el despacho de McNally, Frank, fue por algo de comida al ver que ya teníamos tiempo esperando en la habitación.
Mis piernas se rehúsan a levantarme.
Lo primero que quise hacer fue correr en busca de Evan y poder explicar todo, pero mi miedo, mi cobardía no me dejo.
Tacones se escuchan chocar de allá para acá; voces, teléfonos y ordenes resuenan a través de la puerta.Arruinaste todo, no me dejo de repetir.
Levanto mi mirada cuando la puerta se abre y Frank entra con una bolsa de papel en sus
manos. Pero no sólo eso.
Mis piernas reaccionan cuando veo a la persona parada detrás de él.—Los dejare hablar, estaré a fuera por si... — está por dejar la bolsa de papel sobre la mesa de cristal cuando Evan lo interrumpe.
—No tardaré mucho.
Frank asiente y se va dejándonos solos.
Quiero explicar, pedir disculpas, pero ahora mi lengua es la que no se mueve.
—No sé por qué estoy aquí cuando ni siquiera quiero verte.
Trago el nudo que comienza a formarse en mi garganta.
—Evan — carraspeo.
—Lo que me duele no son las fotos, te juro que no — aún no se mueve de la puerta — . Lo que me duele es que caí justamente como querías, como necesitabas.
El nudo en mi garganta se hace más fuerte, me es difícil tragar, pero por más que duela me obligo a hablar.
—Lo que ocurrió después ni siquiera lo tenía planeado, no tenía planeado enamorarme...
—¡Entonces como mierda me explicas esto! — detrás de su espalda saca el contrato que firme con Hanna.
Mi pecho duele.
—¿Có-cómo? ¿Cómo lo conseguiste? — tartamudeo.
—Fui a hablar para que quitaran todas esas fotos tuyas, pero cuando llegue resultó que yo fui un trato — grita — ¡Soy un puto trato!
—¡No, no es así! — la bilis la siento subir por mi garganta —. Yo...
—No sabes cuánto me odio por quererte aun sabiendo que dirías todo lo que sabes de mí. — jadea — ¡Qué vas por ahí amenazando si no obtienes lo que quieres!
¿Cómo?
Carraspeo —: Sabes que no lo haría, yo solo estaba...
—¡Jugando, jugando como siempre! — arruga el contrato y lo arroja a mis pies —. Crees que soy uno más de tus títeres.
Las venas sobresalen de sus manos y cuello; mostrándome a un Evan que absolutamente no conocía.
—Perdóname, perdóname te prometo que arreglaré esto, yo me aseguraré de... — me interrumpe.
—Ya debo irme.
—Evan, por favor — me acerco para detenerlo.
—No puedo estar con alguien que miente y manipula a todos los que le rodean — baja la cabeza —. No cuando ni siquiera sé distinguir si lo haces conmigo.
Disminuyo todos los centímetros que nos separan y lo abrazo, en busca de su perdón.
En busca de que se retracte.
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EXCEPCIÓN
Romance¿Qué pasaría si obtener una estrella fuera tan sencillo como mentir? Halley Collins y Evan Arwenson se verán involucrados con el pasado, contratos y viejos amores. ¿Qué puede salir mal? Dinero, fama y codicia abundan en Stella City, pero las estre...