EXCEPCIÓN

Capítulo 33.

— ¿Qué quieres comer?

— Tengo antojo de wafles — digo girándome a verlo.

— ¿Wafles como comida?

— Donde Gemma trabaja venden unos muy buenos.

— Esta bien, allá vamos. — Evan me mira lanzándome una de esas sonrisas.

El día es frío, la gente amarra sus bufandas y sujeta sus chaquetas.

El otoño se acercaba.

Definitivamente también tomaría un chocolate caliente.

— ¿Deberíamos comprarlo e ir a tu casa?

— ¿No prefieres conocer el lugar?

— Sí, es solo que tú cama es cómoda.

Tus labios también, pienso.

Y vuelvo a recordar el beso fugaz.

— Evan, ¿puedo preguntarte algo?

— Pregunta.

Evan prende las intermitentes y giramos hacia la derecha, con destino a mis wafles. — ¿Por qué me... — su celular suena.

—Oh, disculpa.

Asiento.

Evan toma su celular del portavaso —: Hola.

Lo observo de reojo y sé que es Nessa. De nuevo.

— Íbamos ir a comer, pero no hay problema.

¿Ya no iremos?

— Seguro, vamos para allá.

Cuelga.

— ¿Qué ocurre?

— Ro preparó la cena y quieren que vaya.

¿Qué? —: Puedes dejarme aquí, en verdad yo...

— Nessa quiere que te lleve.

Intento no abrir mucho mis ojos por la sorpresa.

— Se lo agradezco, pero eso sería raro.

Evan sonríe —: ¿Raro?

Más para mí que para ti.

— Evan...

— Vamos Lei, solo será una o dos horas y después te llevaré devuelta a tu casa.

No.

— De acuerdo.

Termino por aceptar, después de todo Nessa es una vieja amiga. Es la chica a la Evan ama y es la persona por la que inició esto.

La odio.

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— Hola, Halley — una rubia de rostro redondo abre la puerta.

Estoy por tenderle la mano, pero ella me jala para darme un abrazo.

— Me da gusto que hayas aceptado venir, no había podido agradecerte.

Le doy lo más parecido a una sonrisa. Evan entra detrás de mí y Nessa se arroja hacia él.
Apartó la mirada cuando sus labios se encuentran.

Carraspeo —: ¿Está Ro?

Nessa suelta a Evan, este solo mira hacia otro lado.

— Sí, está en la cocina.