Capítulo 1.

227 45 23
                                    

Estoy harta de que las luces peguen contra mis ojos, mi rostro se siente estirado de tanto sonreír ante las cámaras.
Dick y Rice cubren mi cuerpo de no ser aplastado por todos los reporteros de mi alrededor.

Me falta el aire.

Ro abre la puerta de la camioneta blindada color negro para que entré rápidamente. Estoy a tres pasos de hacerlo cuando soy jalada abruptamente por el hombro.

De nuevo.

—¡Por tu culpa no quedaron juntos! ¡Eres una perra sin corazón!

Rice sin pensarlo me quita a la chica loca de encima, como tantas otras veces. Es por eso que Ro los contrató, antes no eran necesarios como lo son ahora.
Esto ha pasado desde que he salido en películas juveniles, pero lo que arremetió el golpe fue la película de este año, no me odian solo porque sí, me odian por separar a su pareja favorita.

Eso es una villana después de todo, ¿no?

Ro me da la mano y ya me encuentro sentada a su lado.

—¿Te encuentras bien cariño? — Ro inspecciona mi hombro.

—Todo bien, ya es costumbre.

—¿Hasta cuándo entenderán esas niñas que solo es ficción?

—No lo sé, la verdad ya no me resulta divertido. — exhalo bajando mi mirada.

—¿Halley?

No respondo, solo sujeto mis manos y las aprieto al igual que mis ojos. Suelto una bocanada de aire y de nuevo levanto la cabeza.

—Estoy bien. — Fuerzo una sonrisa —. Estoy perfectamente.

Ro asiente, pero muy en el fondo sabe que no lo estoy. No estos días. Uno pensaría que es fácil este lado del espectáculo, pero no lo es, ya no para mí.

✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧

Cuando decidí dedicarme a la actuación fue mi amor hacia al cine, jamás imaginé llegar a donde estoy ahora. Comencé por comerciales siendo niña, después siendo extra y ahora soy una figura juvenil reconocida.
Sea como sea, jamás me arrepentí de mis decisiones. Mamá nunca estuvo de acuerdo, ella no quiso que me viera sumergida en el mundo de mi padre. A ella nunca le gustó este mundo; sin embargo, resistió porqué lo amaba, pero cuando mi padre empezó a introducirme al mundo de las estrellas fue la gota que derramó el vaso.

Ella se fue.

Andrew Collins, se quedó solo, con una hija de seis años a quien criar. Y aun así cuando mi padre perdió el amor, él seguía teniéndolo todo. Era un aclamado director en el género del drama, ganador de reconocimientos, halagos, y diversos premios cinematógrafos. Pero su mayor logró fue tener su estrella en Star Mount.
El tener tu estrella significaba un alto reconocimiento por tu talento, si practicabas cualquiera de las artes esta te podía ser asignada.

Quería mi estrella, quería que fuera señalada por niños, por parejas tendidas en la hierba y cualquier otro ser que se permitiera admirar más allá de nuestro mundo.

Yo no sería la excepción, la tendría.

Fue tanta mi admiración que desde pequeña le pedí una oportunidad.

—Papi, quiero hacerlo.

—¿Qué cosa cariño? — acarició mi mejilla.

—Actriz.

Tal vez en ese entonces pensaba que era lo mismo que ser director. Pero mi padre se entusiasmó tanto que por eso mi madre se fue.

Y así desde los seis años.

Cuando mi padre falleció yo había cumplido doce años, claro que fue el boom en los espectáculos.
Salió por todos los medios, creando un gran alboroto por ahora la niña huérfana. Pero nunca entendí por qué huérfana, ya que yo sabía que  tenía una mamá. Sin embargo, nunca regresó a pesar de que me había quedado sola.

Era huérfana.

Para ese entonces ya tenía a Rosetta, aunque al principio me fue difícil ella supo cómo cuidar de mí. Ella supo hacer que saliera adelante, por lo que yo desde ese momento la considere una madre. Claro que tenía abuelos y tíos, pero cuando vieron la fortuna que mi padre había dejado para mí, me aleje de ellos. Por lo que Ro se convirtió en mi tutora legal, fue una jugada sucia lo sé. Pero hasta que no cumpliera los 21 años ese dinero no sería mío, no totalmente.

Y la verdad no lo necesitaba. Ni lo necesitaría. Yo estaba creando mi mundo, mi propia vida.

✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧

La camioneta se detiene y abro los ojos cuando siento a Rosetta moverme por los hombros.

Como es costumbre.

—Halley, llegamos.

Abro la puerta y veo la casa gigante, con jardines enormes a su alrededor y miles de ventanales sin ninguna luz encendida dentro.

Esta no es mi casa, ya no.

—Quiero ir a mi casa — me vuelvo a acomodar en el asiento —, dile a Rice que me lleve.

—Halley. — Suspira —. Ya es muy tarde para llevarte y los reporteros nos debieron seguir después de lo que ocurrió.

—Sabes que no me gusta dormir aquí, lo odio — resoplo.

—Solo será una noche, lo prometo.

Niego con la cabeza.

—Lei, por favor — dice en tono de súplica.

Miro de nuevo esa gran casa y las bardas que nos rodean del mundo exterior, lo odio. Me bajo de la camioneta y azoto la puerta.

—Pero dormirás conmigo u olvídate que me quede — grito antes de entrar por esa gran puerta.

✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧

Sé que puedo llegar a ser exasperante, pero agradezco que Ro me aguante. Aunque ella tiene una hija, jamás a dudado en irse de mi lado.

No aún.

Jugué con Nessa unas cuantas veces, pero hoy no sé nada de ella. A ella no le gustaba el mundo que a su madre siempre le había encantado. Ro simplemente lo respeto.
Salgo del baño con una toalla enredada en mi cabello, miro por los ventanales y solo se ven pequeñas luces a lo lejos.

Tú eres la del lado oscuro.

Camino hacia la cama y hago a un lado la gran colcha color blanca.

—Buenas noches. — susurro a Ro a un lado ya dormida.

Me giro hacia la gran ventana y desde aquí puedo ver Star Mount.

Mi próximo lugar.

EXCEPCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora