Evan.

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Yo sabía que esto no era culpa de Halley.

Yo sabía que en ese entonces no estábamos del todo juntos.

Yo sabía que era solo para perjudicarla.

Salgo de casa a toda prisa directamente a los estudios de Star Born. Tenía la intención de hablar civilizadamente, pero eso no impedía que mi sangre la sintiera hervir dentro de mi cuerpo.

Tenía que pedirle a Betty Cooper que detuviera esas fotos que su programa estaba circulando, Halley no merecía tal exhibición.

Aprieto mis puños en el volante de solo recordarlo.

Por favor, que Halley se encuentre bien. Que no esté llorando sola en algún lado, ruego.

Llego al edificio y reportero tras reportero ronda por el lugar. Salgo de mi auto y corro a toda prisa directo hacia recepción.

Esquivando sus preguntas sin sentido alguno. 

— ¿Podría decirle a Betty que necesito hablar con ella? — digo a la señorita.

— Adelante, ella lo está esperando en su oficina.

¿Có- cómo sabría que vendría?

Agradezco y camino directamente hacia la puerta, solo que al abrirla no me encuentro con Betty, sino con Hanna que se encuentra con  Nessa a un lado, y un sobre entre sus manos.

— ¿Qué están haciendo aquí? — frunzo el ceño — ¿Nessa?

Farfulla —: Estoy aquí para demostrarte la verdadera persona egoísta que es Halley, y el por qué actúa como tal.

— ¿Ustedes fueron las de las fotografías no es así?

— Evan toma asiento, necesitamos quitarte la venda de los ojos que esa niña puso en ti.

¿Qué venda?

Niego —: No voy a dejarla, yo ya tomé una decisión.

Nessa estira la mano por encima de la mesa de cristal tendiéndome el sobre.

— ¿Qué es eso?

— Averígualo tú mismo — me incita.

Tomo asiento en el sofá color rojo y mis manos las siento torpes, temerosas. Saco el documento que se encuentra dentro y comienzo a leer línea por línea. Pero mi mente solo logra capturar unas cuantas palabras.

Contrato. Tiempo. Evan. Estrella.

— Halley... ¿esto qué es?

— ¡Ella te vendió! — chilla Nessa — ¡Te uso como comodín!

Titubeo —: Ella no haría eso, ella ni siquiera sabía lo que ocurriría entre nosotros.

— ¿No? ¿Y cómo explicas el que estés aquí ahora para reparar su imagen?

Halley no es así, no es ese tipo de persona.

— Ella me dijo lo que le contaste sobre tu familia. — ¿Qué? — Me restregó en la cara que ella te arruinaría si tú no la elegías, que era capaz de contar tu secreto.

— ¡Basta! — levanto la voz.

— ¡Te está manipulando! ¡Ella solo quería esto! — toma el contrato entre sus manos.

¿Solo era un escalón más para su estrella?

— Si no quieres creernos, bien, pero solo te digo que ella vino a mí en busca de su estrella — habla Hanna —. Y se lo cumpliré solo porque no quiero perder a una de las mías.

¿Halley me había ofrecido?

Ella...

Me levanto de golpe arrebatando el contrato de su mano. Leo de nuevo palabra por palabra, y todo yo me hago pedazos cuando veo su firma.

Su nombre aceptando la oferta con mi nombre en ella.

Cerrando el trato.

Halley tenía sus prioridades, ella se aseguraría de conseguir su estrella sin excepciones; pues yo no era una de ellas.

EXCEPCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora