Subimos al carro rápidamente, la lluvia cae de manera tan desenfrenada que parece que el cielo caerá en cualquier momento.
— ¡Estás loco si piensas manejar así!
— ¿Piensas que es mejor quedarnos aquí?
— Hay una posada a menos de cinco minutos. Podemos correr y...
— ¿Cómo sabes? — me interrumpe.
— La vi cuando veníamos de camino.
Mueve la cabeza en forma de aceptación.
— ¡Andado Collins!
— ¡Espera!
Y antes de que le diga que tiene que volver a cargarme él ya está afuera asegurando el carro.
No está muy lejos de aquí, puedes hacerlo.
Salgo de carro y doy prisa hacia el refugio.
✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧
— Pudimos haber pagado dos habitaciones.
La habitación es pequeña, sus paredes y pisos están hechos de madera. En el centro está la cama y frente a ella una chimenea; a un lado de la habitación se encuentra un sillón demasiado viejo y podría decir incómodo.
Evan dormirá mejor en el suelo.
— ¿Y hacer un chisme? — le recuerdo —. Dormirás en el suelo estarás bien.
— ¿Suelo? — pregunta sorprendido
Asiento.
— No, no lo creo. Mi espalda me duele por haberte llevado todo el camino. Lo mínimo que merezco es dormir en la cama.
— ¿Y yo que?
— Te toca suelo.
Ni loca, mis pies ardían como si hubiera caminado desde casa hasta acá.
— Compartiremos.
— ¿Segura? — dice sorprendido.
— Soy la persona más segura que conocerás.
— Ya que eres tan segura, asegúrate de no atrapar un resfriado. Cámbiate.
— No tenemos ropa Evan.
— Pues date un baño y envuélvete en una bata. Dejaré tu ropa secar frente a la chimenea.
No muy segura del porqué lo obedezco, tomo camino con dirección al baño.
✧°. ̧ ̧.• ́ ̄'☾✩☽ ́ ̄'•. ̧ ̧.°✧
La lluvia pega contra la ventana y una suave ventisca se cuela a través de ella. Acomodo mi
cabello en una toalla y me quedo observando las flamas de la chimenea.¡Klein! ¡Tienes que avisarle!
Y es cuando recuerdo que mi bolso lo he dejado en el auto. Soy un genio.
Suspiro derrotada.
— ¿Todo bien?
Doy un respingo —: Por supuesto, ¿Por qué no lo estaría?
— No lo sé, yo no soy el que tiene el rostro afligido.
— ¡Si claro! — me burlo —. Ya te veré mañana rogando por el perdón de Nessa. Suelto mi cabello de la toalla moviéndolo de un lado a otro.
— Es la persona más comprensiva que conozco. Descuida.
Levanto los hombros.
— En fin, estoy agotada — estiro mis brazos.
ESTÁS LEYENDO
EXCEPCIÓN
Romance¿Qué pasaría si obtener una estrella fuera tan sencillo como mentir? Halley Collins y Evan Arwenson se verán involucrados con el pasado, contratos y viejos amores. ¿Qué puede salir mal? Dinero, fama y codicia abundan en Stella City, pero las estre...