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-estais aqui, reunidos como hermanos ante dios nuestro señor para ser testigos de la union de mas puro amor.-hablo el cura vestido con su usual toga banca y una pequeña biblia en sus manos.

Jimin sonrio, él no era muy religioso, pero las palabras que recitaban los curas en las bodas le parecian lindas.

su vista recorrio todo el lugar, desde el arco de flores, hasta los invitados, fijandose tambien en la mar que empezaba a opacar el sol en un hermoso atardecer. verdaderamente no podian haber escogido un lugar mejor para casarse. con el mar de fondo, y las alfombras azules celestes, sobre sus cabezas y la del cura habia un precioso arco de rosas blancas que continuaba con un monton de petalos del mismo color. 

Jimin habia muerto de ternura al ver a Eunie y sus hermanos tirando los petalos antes de que Mina entrase. Ella habia escogido un vestido de corte sirena, el cual era ceñido hasta casi los pies, este estaba decorado con un monton de piedras por toda la tela simulando una enrredadera, era un vestido hermoso.

todo en aquella boda era increible, Jimin se sintio bien por la pareja, pues aunque les habia costado una vida conseguir al fin la celebracion que querian esta era perfecta para ellos.

con una pequeña sonrisa se giro a ver a Tae. su amigo no se habia alejado de él en todo el dia, aunque Jimin creyo que se debia a que al menor le ponian sentimentales las bodas y lo queria a su lado. aunque Tae fuese un pervertido de primera y siempre estuviese con bromas era un romantico empedernido y sabia que soñaba con una boda como la que ahora estaban viendo.

-¿vas a llorar?-se burlo al ver sus ojos acuados.

-uff...-suspiro el peligris tallando sus ojos-es todo demasiado bonito.

Jimin solo se rio y lo abrazo acariciando sus cabellos.

Tae solo se dejo hacer relajandose por primera vez en el dia. desde la mañana todo habia sido un desastre, anoche pudo ver como su amigo aguantaba sus lagrimas por no querer preocuparlo, y habia visto como sus ojos iban apagandose poco a poco, Jimin intentaba encubrirlo, pero era alguien facil de leer una vez lo conocias. nada mas despertar el rubio quiso salir del hotel e irse a alguna ciudad para despejarse y alejarse de todo lo que tuviese que ver con los Min, cosa que no podia hacer, era fundamental que Jimin se quedase cerca del lugar para comenzar con el plan.

por eso tuvo que estar persiguiendolo y asegurandose de que el omega no fuese demasiado lejos, todo esto tratando de animarlo sin meterse en el tema. no podia ponerse ha hablar de los Min, pues estos tenian planeado explicarle todo esa noche y si él decia algo Jimin le pediria un consejo y quiza su consejo estropease o ifluenciase en lo que Jimin decidiese ese dia tras hablar con sus alfas.

eso fue hasta despues de comer mas o menos, la boda comenzaria sobre las seis y Tae tuvo esas horas de tregua pues ambos omegas estuvieron vistiendose, eso distraia al lobo y ademas no le permitia alejarse de la habitacion.

claro que no todo fue perfecto.

al rededor de las cuatro se acerco a la recepcion a que les diesen un par de tohallas mas y fue cuando se encontro con Jeon.

si, ese imbecil que habia amenazado con demandarle por trabajar ilegalmente para él.

de solo verlo todo él penso, imbecil.

bufando trato de ignorarlo, pero el pelinegro se acerco con una sonrisa altanera apoyandose en la barra de recepcion.

-hola Tae-hablo dedicandole una mirada de arriba a abajo.

el omega ya estaba vestido, iba con un traje azul sin corbata, los pantalones eran ajustados a la cintura y algo ceñidos por el tobillo, al igual que la americana que ahora llevaba desatada. aun no se habia maquillado, Jimin era el que se encargaria de ponerle un par de sombras, al mayor se le daba bien la estetica.

Atrapado entre 3 Alfas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora