Cap. 75

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... mariana: de acuerdo, llegó la hora de irse de este lugar.

El día anterior villamil despertó de aquella operación, toda la tarde pasamos el rato con el y junto con su mamá, obviamente los chicos estaban excepto Martín que por decisión de él no quiso asistir.

Villamil: por fin podré ver el mundooo.

Simón: no seas exagerado, estuviste solo un par de días aquí.

Isaza: pues que esperamos, salgamos de este horrible lugar - claramente isaza no era fan de los hospitales.

Bajamos los pisos del lugar, el auto que venia manejando isaza estaba afuera esperándonos.
El recorrido del hospital a la casa de villa fue tranquilo, charla y más charla salía de la mamá de villa, realmente a la señora la veíamos más como una amiga.

Clemencia: cuidado mi Niño - bajaron del auto y fueron directo a la puerta de la casa - estamos felices que estes de vuelta - tomo la perilla de la puerta y Villamil pudo observar una gran sorpresa.
Globos, carteles y un pastel lo recibían, todo estaba decorado, incluyendo su papá que estaba sentado en un sillón con sombrero y lentes de fiesta.

Villamil: pero que es todo esto?.

Mariana: una sorpresa para ti corazón, estamos felices que estes bien.

Clemencia: pero no se queden ahí, entren que tenemos que comer pastel.

La tarde se pasó volando, risas, chistes y dramatizaciones de Villamil hicieron ese día Perfecto, pero de nuevo nada estaba completo si no estaba Martín quien claramente le daba alma a la fiesta.

Sonó el timbre de la casa, Simón fue quien abrió la puerta y recibió a la persona.

Simón: adivinen quien llegó.

Martín: hola villa - se paró enfrente de todo el mundo.

Villamil: Martooooo - Villa reaccionó rápido y fue a abrazar a su amigo, fue un abrazo único que se podía ver el aprecio mutuamente.

Martín: me alegra demasiado que estés bien Papu, lamento lo qué pasó realmente no era mi intención.

Villamil: yo se que no y no tienes que lamentar nada, mejor ven que te doy un poco de pastel.
Los dos se sentados nuevamente a la mesa con el resto de los demás, isaza de su parte me daba señales para que hablara con Martín.

Mariana: ahm, Martín? - tome su atención - podemos hablar un momento... a solas - Martín solo asintió con la cabeza y los dos nos paramos de nuestro lugar para ir al patio.

Martín: Mariana realmente yo lo... - antes que terminará su oración me lancé a sus brazos.

Mariana: perdóname fui una estupida - Martín lo tomo como sorpresa pero no pudo negarme el abrazo, me tomó con fuerza de la cintura y podía sentir su respiración que se relajaba - no debí hablarte así el otro día, solo que estaba muriéndome por dentro por villamil que tenía miedo que algo le pasará.

Martín: entiendo yo estaría igual en tu lugar y... todo quedó en el pasado okey? - de mi recibió un si con la cabeza y una gran sonrisa - realmente lo amas mucho no?.

Mariana: como no tienes una idea,

Martín: Villamil tiene mucha suerte de tenerte en su vida, no podía encontrar a otra chica que se preocupe de la misma manera que lo haces tú o simplemente que lo ame como tú lo haces.

Mariana: gracias Martín - volví a abrazarlo y en segundos volvimos adentro con el resto de las personas.

Una semana después.
Mi vuelo era a las 9 de la mañana, desde las 8:30 yo ya estaba en el aeropuerto junto con Villamil esperando mi vuelo.

Mariana: entonces? - estábamos sentados en las bancas del lugar.

Villamil: volveremos a hacer una gira princesa, muy pronto nos volveremos a ver.

Mariana: no puedo estar ni un día sin ti.

Villamil: no creas que te librarás de mi eh? Cada noche, mañana y tarde te llamaré o te estaré llenando de mil mensajes.

Mariana: eso me encanta - de la nada se escucho mi vuelo - tengo que irme.

Villamil: te voy a extrañar bonita - me tomo de la cintura mientras yo lo rodeaba con mis brazos su cuello.

Mariana: y yo a ti amor.

Villamil: sabes que eres hermosa no?.

Mariana: jajajaja te amo - no tuvo que pasar otra cosa más que el beso que sellaría el momento, ese beso tan apasionado que nos encantaba donde solo existíamos el y yo en un mundo perfecto.

Villamil: que tengas un gran vuelo - se separó de mi y fui directo a mi avión para tomar ese largo vuelo hasta México...

Quédate aquí - Villamil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora