❝Lo único que sé del futuro, es que esté momento será un buen recuerdo❞
Segundo sueño
Todo se veía ligeramente borroso, pero parecía que estaba en una especie de cueva. Alguien estaba parado a su lado, pero no supo descifrar de quien se trataba, lo único que se veía con claridad era el agua que estaba frente a ellos.
—No tienes que hacer esto —dijo una voz, pero sonó distorsionada y no supo identificar de quien era, sólo que era de un hombre.
—No, te dije que te ayudaría, así que vamos a hacerlo rápido —contestó Emmily cerrando los ojos.
Cuando los abrió ya estaba en otro lugar, pudo ver con claridad un collar, o más bien, un guardapelos de color verde con una serpiente grabada en el interior, sentía un dolor en su cabeza y un mal sabor en la boca, así que se acercó al lago para intentar tomar un poco de agua, pero algo salió de este arrastrándola al interior del lago.
La sensación de estarse ahogando se hizo presente, sintió unas manos que intentaban sacarla, así como alguien llamándola, pero también sentía muchas más manos que la jalaban a lo más profundo de aquel lago, después, aquella sensación que dejaba la aparición la sintió en su cuero y cuando toco de nuevo tierra, comenzó a llorar, pero no sabía el por qué...
Despertó jadeando, se llevó una mano al pecho sintiendo como su corazón latía con rapidez, pasó su otra mano por su rostro y pudo sentir algunas lágrimas, «malditos sueños» pensó respirando profundo.
Tomó el libró que le había regalado Regulus en su cumpleaños y el cual decidió ocupar como diario para sus sueños, ya había anotado el primero que tuvo, y lo que le gustaba, es que las letras desaparecían, solo quedaba marcada la fecha, un hechizo para mantener bien oculto lo que escribiera. Comenzó a escribir aquel sueño y cuando terminó, las letras desaparecieron y lo volvió a dejar en su lugar, debajo de su almohada.
Se levantó, tomo su abrigo y bajó, pero no sé quedó en la sala, en su lugar salió para dirigirse a las cocinas a buscar algo para beber, pues tenía la boca seca. Mientras caminaba por los oscuros pasillos repaso aquel sueño. «¿Quién era aquella persona?» «¿Por qué estaba llorando?» «¿Qué tenía de especial ese guardapelo?» «¿Qué era eso que la llevaba al fondo del lago?» Esas y otras más preguntas le pasaron por su mente, pero no encontró respuesta, jamás antes había estado en una cueva y no encontraba la lógica para estar en una cueva.
Se detuvo en una de las ventanas y observó el cielo nocturno. La luna llena brillaba con intensidad rodeada de estrellas. Suspiro y al bajar la vista pudo ver como algo se movía en los límites del bosque prohibido. Entonces pudo ver mejor aquello, eran tres grandes figuras: una de ellas parecía un ciervo, el otro parecía un perro y el último parecía un... ¿Lobo? ¿Un hombre lobo?
Frunció el ceño achinando los ojos para ver mejor aquella figura. Ya había visto antes a uno que otro hombre lobo en uno de los viajes que hacía con su madre, por lo que fue un poco más fácil reconocerlo. Observaba cómo aquellos tres animales regresaban al interior del bosque prohibido y se perdían de vista. «¿Qué estarían haciendo un ciervo y un perro con un hombre lobo?»
La castaña se encogió de hombros, no queriendo saturar más su mente con preguntas, así que decidió seguir su camino a las cocinas.
Al día siguiente, Regulus, que estaba sentado junto a ella en Historia de la Magia, sonreía divertido al notar que se había quedado dormida con la cabeza apoyada en sus brazos sobre la mesa. No se le hacía extraño que las personas se durmieran en la clase del pobre profesor Bins, así que la dejo dormir.
—Emmily —dijo en un susurro para no llamar la atención del profesor— Emmy, despierta, ya casi acaba la clase.
—Ya dije que yo fui quien la aventó al lago —murmuró entre sueño causando las risas del pelinegro.
—Emmily —la movió levemente del brazo y la castaña abrió los ojos. Parpadeo un par de veces mientras se enderezaba y se frotaba los ojos.
—¿Qué tanto me quede dormida? —preguntó bostezando.
—Casi toda la clase.
El timbre sonó y todos tomaron sus cosas para salir a su siguiente clase.
—¿Qué no dormiste anoche?
Emmily negó con la cabeza mientras reprimía otro bostezo
—Tuve otro sueño y ya no pude dormir bien, pero un poco de chocolate ayudara. Esos espero —saco una barra de chocolate del bolsillo de su túnica— ¿Quieres?
—¿Acaso les aplicaste un hechizo expandido a los bolsillos de tus túnicas? —cuestiono el pelinegro con diversión y cortando un pedazo de chocolate— Sacas y sacas dulces y jamás se te terminan.
—Se me podría acabar el dinero, pero mis dulces jamás me harán falta —sonrió y siguieron caminando.
Regulus bien que la podía comparar con una niña de cinco años, su adicción a los dulces y la manera en la que se los comía, como si fuera la primera vez que los probaba, se le hacía tierno. Besó su mejilla y la abrazó por los hombros mientras que la castaña le daba más chocolate directo en la boca. Ambos querían esos momentos jamás acabaran.
Pero a veces al destino le gustaba cambiar lascosas.
Toujours Pur
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𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️
Fanfiction(Corregida) Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos. La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.