(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
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¡Slytherin!
Cuando llegaron al colegio, los de primero siguieron a Hagrid para hacer su recorrido por el lago negro, por suerte, Emmily no tenía que ir en los botes, se subió al mismo carruaje que su primo y sus amigos y se permitió pensar que, de los tres, quien mejor le caía era Remus, a pesar del poco tiempo que compartió con él pudo ver que era un poco más callado y esas cicatrices en el rostro le daban curiosidad, quería preguntar cómo se las hizo, pero primero tendría que entrar en confianza para hacer ese tipo de preguntas.
Al llegar al castillo, pudo ver Regulus entre los que suponía, eran sus amigos, solo que él no la vio, ya que iba más atrás. Siguió a su primo hasta llegar a y antes de entrar al gran comedor la profesora Mcgonagall detuvo a Emmily para su selección.
—Nos vemos después Emmy y suerte —se despidió James y camino a la mesa de los leones con sus amigos.
Poco a poco se fue llenando y los de primero no tardaron en llegar y fueron llevados al frente de todos, dónde él sombrero seleccionador estaba sobre un taburete.
Después de que el sombrero terminará su canción, la profesora Mcgonagall nombró uno por uno a los de primero, y cada vez que el sombrero gritaba el nombre de las casas, Emmily se ponía nerviosa, seguía pensando lo mismo sobre las casas, pero aun así sentía esos nervios.
—Este año tenemos el honor de tener una estudiante de intercambio del instituto de magia Ilvermorny —comenzó Mcgonagall, llamando la atención de los demás—, que nos acompañará por dos años, por favor, señorita Potter —la llamó la profesora y la castaña paso adelante escuchando los murmullos de los demás, «será hermana de James» «¿crees que ella nos ayude a qué nos haga caso? », Emmily solo rodó los ojos y se sentó en el taburete, la profesora le puso el sombrero y escuchó una vocecita en su oído.
—Oh, pero que tenemos aquí, otra Potter, y estuviste en Ilvermorny, veamos que hacemos contigo... eres leal, pero no te gustan los trabajos duros, no sería una Hufflepuff aunque me lo pidieras... eres inteligente y si te pongo un acertijo lo resuelves sin problemas, pero no pertenece a Ravenclaw... eres valiente, e incluso darías tu vida por las personas que amas, pero antes de eso, matarías para salvarlos, y eres tan... Ambiciosa y astuta, y eso es lo que te hace diferente de tu familia, y aunque harías grandes cosas en Gryffindor tu no perteneces ahí, no, tu perteneces a... ¡Slytherin! —gritó él sombrero y la mesa de las serpientes estalló en aplausos.
Emmily no estaba tan sorprendida como los demás, muchos sabían que ningún Potter había estado en Slytherin, pero ella sabía que la familia de su madre sí. Camino a la mesa de su nueva "familia" y pudo ver a Regulus que le miraba algo sorprendido. Sin saber bien porque, se acercó a donde el pelinegro estaba sentado, este al ver que se dirija a su lugar, se hizo a un lado, así como el chico que estaba sentado a su lado. La castaña se sentó en medio de ambos, pero viendo a Regulus.
—¡Así que una Potter y en Slytherin! Eso es sorprendente —dijo como saludo—. Bien, déjame presentarme, soy el prefecto de esta casa, cualquier duda que tengas, te puedo ayudar, yo o Susan Avery, la china que está allá, qué también es la perfecta —señaló a una pelinegra de rizos que reía con sus amigas, pero volteo al escuchar que la llamaban y le dedico una sonrisa amable a Emmily.
—Espero y nos sigas sorprendiendo —dijo Susan—, veremos de qué eres capaz americana —le giño un ojo y siguió platicando con sus amigas.
—Lo tendré en cuenta, gracias Regulus —contestó la castaña con una pequeña sonrisa.
Todos escuchaban el discurso que estaba dando Dumbledore, pero Emmily fijo su vista en la mesa de los leones, en especial en su primo que la veía con el ceño fruncido, Sirius le susurró algo al oído, de seguro estaban sorprendidos de su selección, «y que más da».
—Esperemos y seas diferente al idiota de tu... ¿primo? —dijo en voz baja un joven sentado casi frente a ella. Emmily lo observó, tenía el cabello largo y grasoso y no pudo evitar hacer una ligera mueca de desagrado por el cabello.
—¿Disculpa? —preguntó Emmily alzando una ceja.
—No le hagas caso —le susurró Regulus y luego se dirige al otro mago—. Vamos Snape, no seas duro con ella, apenas está llegando.
—Solo estoy diciendo —Snape le dio una mirada fría a Emmily. Esta solo rodó los ojos.
La comida no tardó en aparecer frente a ellos, dando por inicio la cena. Sonrió al recordar que su antiguo colegio la comida aparecía de la misma manera. Y mientras comía, se puso a pensar en las palabras que el sombrero le dijo, «Ambiciosa» «Matar para salvarlos» «eso te hace diferente a tu familia», los padres de sus amigos siempre le dijeron lo parecida qué era a la familia de su padre, pero al mismo tiempo, pero más a la familia de su madre y lo acaba de demostrar, al ser la primera Potter en Slytherin.
Al acabar de cenar, los prefectos comenzaron a guiar a los nuevos a sus respectivas salas comunes, Sudán se acercó a Emmily para acompañarla, pero James le llamo, deteniéndola en la entrada.
—¿Podemos hablar? —preguntó James, pasando la vista de su prima a Susan qué también se había detenido— Yo la acompañó a su sala, puedes esperarla ahí para que entre.
—No se tarden —dijo Susan dando media vuelta y caminado junto a los demás.
—¿Slytherin? ¿De verdad? —preguntó con cierta sorpresa y, quizás, enojo, a lo que Emmily lo miró sorprendida
—Yo no le pedí al sombrero que me pusiera en esa casa —contestó rodando los ojos.
—Pudiste pedirle que te pusiera en otra, ¿sabes?
—Sí, quizás sí, Pero ¿Qué más da que quedara en Slytherin? No le veo nada de malo —comenzaron a caminar a las mazmorras.
—Sabes lo que pensamos sobre esa casa...
—Y tú sabes que mi mamá fue una Slytherin y siempre dijiste que era tu tía favorita ¿o solo lo decías por decir?
James pudo notar el tono enojado de Emmily y se arrepintió de lo que dijo, sabía que su tía había pertenecido a esa casa y también recordaba lo buena persona que era, a pesar de su educación.
—Sabes que no lo decía por decir, y lo siento, Emmily.
La castaña soltó un suspiro y asintió con la cabeza.
—James, entiendo que te preocupes por mí y lo agradezco, pero, por favor, respeta mis decisiones.
—Lo haré, pero espero que tomes buenas decisiones. —Llegaron a la entrada de la sala común, donde Susan la estaba esperando con los brazos cruzados—. descansa Emmily, nos vemos mañana.
—Descansa James —beso su mejilla y James se despidió secamente de Susan antes de dar media vuelta e irse a la torre de Gryffindor.
—Bien, adelante —habló la pelinegra girando se a la castaña—, que te mostraré tu habitación, que también es la mía, por cierto. «Veneno de serpiente» —dijo y la pared se abrió dejando ver la sala común. Emmily sonrió ligeramente y siguió a Susan escaleras arriba.
