26||No Quería Alejarte

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❝ Me podrá gustar mucho, pero si hay que borrarlo, se borra❞

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No quería alejarte


«—¿Sabes si ella está dispuesta a seguir al señor tenebroso? ¿A serle leal a él?

—¿Por qué preguntas madre?

—Sencillo, por mí, puedes seguir tu relación con ella, pero siempre y cuando ella esté dispuesta a seguir tus ideas, a seguir a tu lado una vez que te unas al Señor Tenebroso —dijo Walburga al día siguiente de la fiesta de navidad. Regulus estaba parado frente a ella, estaba feliz porque su madre por fin había aceptado su relación, pero no sabía si Emmily estaría de acuerdo en eso.

—Jamás hemos hablado sobre eso, madre.

—Pues háblalo con ella y si no está dispuesta, ya sabes que hacer —se dio media vuelta y salió del salón de dibujo mientras Orión se acercaba a su hijo.

—Te recomiendo que le preguntes en que bando está dispuesta a pelear, si no está en el mismo que nosotros, es mejor que te alejes de ella si la quieres a salvo. Piénsalo, solo tú tienes esa decisión.

Al igual que su esposa salió, dejando a su hijo con esa duda. Si Emmily decía que estaba dispuesta a quedarse en Londres y pelear junto a su familia, no tendría otra opción que alejarse de ella, no porque no apoyará sus ideas, sino, qué la quería lo más a salvo que pudiera.

Regulus se sentía fatal, no quería alejarse de ella, pero, era lo mejor para ella, esa era, tal vez, le única era de que estuviera a salvo, puede que decida regresar a Estados Unidos y mantenerse fuera de peligro, pero no lo sabía, en esos días no importaba de qué lado estuviera o que tan lejos se fuera, si querían, podían encontrarla y matarla, en especial Bellatrix, qué no se quedaría de brazos cruzados después de todo lo que había pasado en sus cortos encuentros.

Ya había pasado casi dos semanas desde que pasó todo, y ninguno de los dos había hablado con el otro y se esforzaban por no mirarse, aunque fuera difícil. Regulus había decidió ocupar su mente buscando el libro que le habían pedido buscar, incluso había conseguido un permiso especial de parte de Slughorn para estar en la sección prohibida, pero ni en ese lugar encontró el libro.

—¿Has encontrado ya tu libro? —preguntaron a sus espaldas y se giró para ver a Ester acercarse a él.

—No, no está en ningún estante de aquí —regresó su vista al frente— ¿Qué hay de ti?

Las artes más oscuras no es un libro que se pueda encontrar aquí.

Regulus asintió sin querer darle mucha importancia, pero frunció el ceño y volvió a verla.

—¿Cómo entraste aquí?

—Madame Pince no estaba, así que me cole antes de que llegara —dijo, encogiéndose de hombros y terminando de acercarse a él—. Puedo preguntar ¿Qué pasa entre tu y Emmily? No los he visto juntos.

—Si puedes preguntar, pero no te voy a contestar —dijo sin más y con seriedad a lo que Ester frunció el ceño—. Es algo entre ella y yo, y si ella quiere decirte será su decisión.

Sin esperar una palabra de la chica, se dio media vuelta y siguió con su búsqueda sin importar haber sonado grosero con ella, pero de todas, era con la que menos quería hablar, y mucho menos en esas situaciones.

Y mientras Regulus recorría los estantes de la biblioteca, Emmily estaba sentada frente a Susan y Anna en el gran comedor, si no hubiera visto a Susan esa noche en aquella reunión, jamás pensaría que estaba por ser parte de los mortifagos. En ese momento, Regulus entró al Gran Comedor y no se detuvo hasta llegar al otro lado de la mesa, y mientras caminaba miro a la castaña, encontrándose con los ojos azules de la que, hace dos semanas atrás había sido su novia, está desvío la vista posándola en su comida.

—¿Todo bien entre ustedes? —preguntó Susan al darse cuenta de eso. Emmily la observó y se encogió de hombros.

—No lo sé, quizás estemos pasando por esas... peleas de noviazgos, ya sabes —Se tomó lo que le quedaba de jugo de arándanos—. Nos vemos en clases.

Se puso de pie tomando su mochila y caminando a la salida, no miro a nadie, solo se dedicó a caminar, y hasta que estuvo cercas de la puerta que daba al patio, sacó su Walkman y audífonos y se los puso, reproduciendo la canción y subió todo el volumen, olvidándose de lo que pasaba a su alrededor. Camino sin rumbo alguno, faltaba casi una hora y media para que comenzará su clase.

Camino lo más cercas qué podía del Sauce Boxeador, observando como movía sus ramas y cuando una brisa le removió el cabello, se colocó la capucha de su túnica y siguió hasta llegar casi llegar a los invernaderos, siguió sin darse cuenta que alguien la llamaba desde la distancia y solo regreso a la realidad cuando la detuvieron por el brazo, al girarse se encontró con los ojos color avellana detrás de unas gafas de su primo.

—¿Qué pasa? —preguntó quitándose los audífonos.

—Eso me lo pregunto yo ¿todo bien?

—Supongo —se encogió de hombros y miró a otro lado.

—¿Y por qué andas tan sola?

—A veces es bueno estar contigo mismo, por si no lo sabias.

—No siempre es bueno, Emmy. —La observo mejor, notando aquella expresión de tristeza reflejada en sus ojos— ¿Qué pasó? ¿Regulus te hizo algo?

—Solo terminó conmigo, eso es lo que pasó. —dijo y aunque no quiso, sus ojos comenzaron a cristalizarse por las lágrimas. A eso, James no dudo un segundo en abrazarla fuerte, sintiendo como ella se aferraba a su túnica. Por más que hiso el esfuerzo, algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas y solo cerro los ojos, enterrando su rostro en el pecho de su primo, que no la separo en ningún momento.

No podía creer que le doliera que pasara eso, quizás era por la facilidad con la que podía estar con él, o la seguridad que le ofrecía sin darse cuenta. Fuera lo que fuera, le dolía.

—¿Pero por qué? —preguntó el azabache después de un minuto en silencio— Digo, pensé que las cosas entre ustedes iban bien.

—Yo también pensé lo mismo, pero creo que me equivoque —la castaña se separó del abrazo limpiando las lágrimas y respirando profundo para tratar de calmarse—, pero creo que lo veía venir ¿no? El un Black yo una Potter...

—Si hubiera sido eso, no te hubiera llevado con sus padres ni a la fiesta —pasó su pulgar por debajo del ojo de su prima, limpiando una lagrima que se había escapada—, mucho menos hubiera aceptado salir contigo, ¿No crees que esto tenga que ver con sus padres?

«Tiene que ver con que él se unirá a Voldemort y yo no pienso hacer lo mismo» Pensó, pero no le diría nada, eso solo metería en problemas a Regulus.

—No lo sé. —soltó un largo suspiro y dio una mirada a su alrededor— Pero sea cual sea su razón, no quiero hablar de eso ahorita.

James también miró a su alrededor y después de pensarlo unos segundos, miró otra vez a su prima con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Cuánto falta para que inicie tu siguiente clase?

Emmily frunció el ceño, pero miró su reloj pulsera

—Una hora ¿Por qué?

—¿Quieres una cerveza de mantequilla?


Toujours Pur

𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora