41||Lord Voldemort

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❝Prométeme que por muy mal que estén las cosas, tú te quedaras❞


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Lord Voldemort


No eran tantos magos y brujas como en la fiesta de navidad, de hecho, la mayoría eran puros hombres, muy pocas mujeres se veían, entre ellas estaban Susan que le sonrió al verla y Ester, esta ni siquiera la volteo a ver. También, entre aquellos magos pudo identificas a Snape, que se mantenía apartado, como era su costumbre.

Emmily estaba para junto a Regulus, Walburga y Orión estaba no muy lejos de ellos platicando con Abraxas Malfoy. La castaña sabía que el momento de tomar su decisión había llegado, toda la noche no pudo dormir bien por estar pensando y se repetía las palabras que una vez le dijo a su primo.

«Mira James, entiéndeme, por favor. Me voy a quedar en Londres porque quiero estar segura de que les pase nada a mis tíos o a ti, pero también quiero estar con él por muchas cosas, una de ellas, es que Regulus está solo. Quizás antes contaba con el apoyo de su hermano, pero ahora ni él está a su lado, sus padres solo buscan un bien para el apellido y será a través de él. Tú tienes a tus amigos y sé que ellos te ayudaran a cuidar a tus padres. Por eso es que, si de verdad tengo que elegir... Regulus me necesita más» aún no estaba al cien por ciento segura, pero ahora no podía dar media vuelta e irse. No lo haría.

La noche anterior se dio cuenta que estaba en lo cierto: los padres de su novio sólo quieren que se una a Voldemort para un bien a la familia, Regulus no dijo nada y eso molesto a la castaña, pues ella siempre expresaba lo que quería o no hacer, así le enseñaron, no solo su madre, sino las familias de sus amigos eran así, por lo que no dejaría a Regulus solo es eso.

—Aún estas a tiempo de irte, de no meterte en esto—le dijo al oído el pelinegro y Emmily se giró para verlo.

—Te lo dije anoche ¿no? No te voy a dejar solo —dejo un beso en su mejilla y notó como Walburga los observaba.

La mujer debía admitir que aquella joven le sorprendió un poco: dejar a su familia y libertad sólo para estar con la persona que ella decía amar, era algo que no había visto antes.

—Todos ustedes están aquí, no sólo para servirme a mí —comenzó a hablar una voz fría, casi parecida a un siseo, atrayendo la atención de todos—, sino, para hacer de este mundo, un mundo mejor, un mundo donde nosotros, los magos y brujas no tengamos que ocultarnos, donde solo nosotros seamos los que gocemos de todos los privilegios —hizo una pausa observando a todos. Emmily no lo podía ver, pero sólo con escucharlo se le erizaban los vellos de la nuca—. Así que, les pido a todos los que están presentes, su lealtad, pero principalmente, les pido a todos aquellos que están dispuestos a unirse a mis filas, se acerquen.

Todos los magos y brujas comenzaron a acercarse. Regulus respiro profundo y sintió como el agarre de Emmily se hacía más intenso, se giró para verla.

—Estaré bien —le dijo intentando sonreír. La castaña no quería soltarlo, quería irse con él, pero solo asintió y soltó su brazo, quedándose parada observando como su novio se acercaba a donde suponía estaba el famoso Voldemort.

Regulus observaba a todos mientras esperaba su turno. Como un verdadero Black, su rostro no reflejaba ninguna emoción, estaba en blanco, pero por dentro sentía nervios, su corazón latía con fuerza.

—Oh, Regulus Black ¿Cierto? —dijo Voldemort una vez que fue su turno de pasar. El mencionado asintió—. Le llevaras gloria a tu familia estando conmigo, eso es seguro —extendió una mano y Regulus rápidamente dobló la manga camisa del brazo izquierdo hasta su codo—, arreglarás todo lo que tu hermano ocasión, aquella vergüenza que llevó a tu familia por juntarse con impuros, tu borrarlas eso.

Puso la punta de su varita en la pálida piel del mago y, con un intenso ardor y dolor, la Marca Tenebrosa comenzó a dibujarse.

Emmily observaba todo desde la distancia, tenía en su mano una copa de vino, sus ojos recorrieron toda la sala, detallando cada rostro de cada uno de los magos que se encontraban en el lugar. Frunció el ceño cuando vio un mago alto, de piel morena y cabello oscuro y pudo sentir como su corazón comenzó a latir con rapidez al reconocerlo.

Pudo ver como uno de los magos con los que hablaba le señalaba a su dirección y se giró para verla. Emmily respiro profundo y, dejando la copa de lado y bajó la mirada de su suegra, caminó para acortar la distancia que los separaba, cosa que el moreno también hiso y al estar cercas y sin pensarlo ni importarle que varios los estuvieran viendo, se abrazaron con fuerza.

—Tulio, pero... creí que te habían secuestrado —dijo ella cerrando los ojos al saber que su amigo estaba a salvo, pero no tardo mucho así, porque se separó y le dio un pellizco en el brazo.

—¡Auch, Emmily! ¿Por qué fue eso? —exclamó el moreno sobándose el brazo.

—¡¿Por qué?! ¡¿Y todavía te atreves a preguntar por qué fue eso?! —estaba enojada pero alegre a la vez— Todos piensan que te secuestraron, tus padres y hermana están preocupados por no saber cómo estás, y tu estas aquí, bien campante en esta... —se quedó callada, regresando a la realidad y volvió a mirar a su amigo con el ceño fruncido— ¿Te uniste a él? —el moreno no contestó—. ¡Contéstame, Tulio!

—¿Tu por qué estás aquí? ¿También te unirlas a él?

—Yo estoy aquí por mi novio —giró la cabeza para ver donde estaba, y al ver que aún estaba con ellos, regreso sus ojos a su amigo—. Contesta a mi maldita pregunta, Caster.

Tulio suspiro viendo a su amiga, sabía que no lodejaría en paz hasta que le contará la verdad de todo lo que pasaba, pero aunasí, estaba feliz de volver a verla.


Toujours Pur



𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora