❝Las personas más importantes no se buscan, la vida te las presenta❞
Nuevas ¿amigas?
Para muchos de sexto año les sorprendió lo buena que Emmily Potter era para transformaciones, en ese poco tiempo que llevaba en Hogwarts ya era la primera en esa clase, la profesora Mcgonagall le felicitaba en cada clase, asegurándole que tenía un talento especial para esa rama de la magia y, gracias a James, supo que a sus quince años se había convertido en animaga gracias a un concurse en su escuela.
También, algo que todo los que se cruzaban con ella notaron, es que la mayor parte del tiempo se le veía con una expresión fría, incluso, arrogante en la manera en la que veía a los demás, cosa que ella no hacía, más que con los que se ganaban esa mirada de su parte, con los que no sé metían con ella, solía hacerlos reír con algunos cometarios o chistes que se sabía, resultando ser una buena compañía para ser una Potter.
Pero cuando la noche llegaba y todos se iban a dormir era otra cosa, Susan la había escuchado un par de noches llorar y aunque se hablaban mejor todavía, no se atrevía a preguntar el por qué, y lo mismo pasaba con las demás que habían escuchado a la castaña, se quedarían con esa duda hasta que ella quisiera hablar o tuvieran la suficiente confianza para preguntar.
Por otro lado, y desde esa noche, Regulus trataba de hacerla sentir cómoda, hacer que olvidara lo que había pasado, le solía dar recorridos por el castillo y los terrenos y con eso descubrió lo fácil que era platicar con ella de cualquier tema que se les ocurriera sin aburrirse o pensar que estaban pasando los límites. Ninguno de los dos podía creer lo a gusto que se sentía con la presencia del otro, casi como si se conocieran de años.
—¿Entonces en Norteamérica tienen prohibido casarse con los muggles? —preguntó Regulus aquella tarde de viernes, ambos estaban sentados debajo de un árbol en el patio. Él recargado en el tronco del árbol y ella frente a él.
—Sí. Casarse, tener cualquier relación con ellos, está prohibido. Por eso todos en Ilvermorny son sangre pura, muy pocos mestizos y nacidos de ellos.
—A mi madre le gustaría estar haya en ese caso —murmuró con media sonrisa y Emmily lo imitó.
—Tal vez, aunque no suelen usar mucho los términos como sangre sucia o mestizos, o si lo hacen, no son tan expresivos como aquí. —Tomó una de las grageas que estaban en medio de ambos y se la llevó a la boca— ¡uhg! Cera de oído.
—Que asco —Regulus no pudo evitar reír abiertamente por las caras que la castaña estaba haciendo y más cuando ella comenzó a reclamarle que dejara de reír, aunque Emmily también comenzó a reír junto a él.
Muchos que pasaban cercas los veían asombrados, más por el hecho de que Regulus Black estaba riendo de esa manera, siempre, desde que llegó al colegio, lo habían visto serio o discutiendo con su hermano.
Sirius, que estaba parada junto a Remus y James en la entrada del castillo, no podía quitar la vista de donde estaba su hermano sentado junto a la castaña y no pudo evitar sonreír al verlo de esa manera.
—Creo que al final un Black debe tener a un Potter para ser feliz —dijo de repente el pelinegro, y sus dos amigos voltearon a ver a donde él estaba viendo y James sonrió también.
—Bueno, tal vez Emmy sea más seria que yo, pero es una Potter y eso es una ventaja.
—Por lo menos tu hermano se la pasa bien con ella —comentó Remus. Era lo que Sirius quería, que su hermano fuera feliz, y esperaba que Emmily le haga ver las cosas, que ella le haga cambiar de ideas para que no vaya a tomar malas decisiones y si es que ya las tomó, que le ayude a cambiar de idea.
La temporada de Quidditch había empezado, ese sábado sería el primer entrenamiento de Slytherin, estaba nublado y no hacía mucho aire, era un clima perfecto. Emmily caminaba junto a Susan y las demás al capo para ver el entrenamiento.
—Y dinos Ly ¿jugabas en tu antiguo colegio? —Pregunto Ester viendo a la castaña a su lado y llamándola con el sobrenombre que había empezado a utilizar para hacerla entender que ya era parte del grupo.
—No como me hubiera gustado jugar —comenzaron a subir por un costado de las gradas—, era la suplente.
—No quiero sonar muy entrometida, pero ¿Por qué te cambiaste escuela? —Preguntó Anna viéndola. Emmily pensó en inventarse una mentira para no tener que decirlo de nuevo en voz alta, pero tenía que comenzar aceptar la verdad.
—Porque mi mamá murió —sintió una punzada en el pecho y apretó las manos para no comenzar a llorar—, y no tenía a nadie más de mi familia allá, así que me mude con mis tíos.
—¿Y tu papá?
—El murió cuando yo tenía dos años, así que solo éramos mamá y yo. —Las demás podían notar la tristeza en su voz y en sus ojos.
—Lo siento, no debimos preguntar —se disculpó Ester, viendo como Emmily negaba con la cabeza.
—No importa. Tal vez después de que acabe Hogwarts regrese a Norteamérica, toda mi vida estaba allá.
—¿Y qué harás allá tú sola? —preguntó Susan viendo cómo los jugadores comenzaban a salir— Aquí, por lo menos tienes a tus tíos y a tu primo, también nos tienes a nosotras y a Regulus, ¿Vas a dejar a tus amigas así porque si?
Emmily le iba a contestar sobre que tenía a sus amigos con quien no se sentiría para nada sola, pero eso ultimo le hizo fruncir el ceño.
—¿Amigas?
—Sí, es lo que somos ¿no? O al menos nosotras si te vemos como una —comenzó a explicar Ester con media sonrisa, aunque Emmily no la sintió tan real—. Cuentas buenos chistes, eres una excelente compañera de estudio. ¿O no quieres que seamos tus amigas?
—No, no es eso, es solo que... bueno, no creí que ustedes quisieran como amiga a una Potter.
Soltó sin importarle se ofendía, en esos días pudo ver como ellas, en especial Susan y Ester hacían comentarios despectivos hacías los que no tenían su mismo estatus de sangre.
—Oye, que seamos sangre pura y con apellidos que nos den... privilegios en muchas cosas, no quiere decir que no te queramos en nuestro círculo de amistad —habló Susan—, además, tú lo has dicho, eres sangre pura y con eso nos conformamos —le regalo una sonrisa, gesto que Emmily le regresó.
Sabía que no lo decían realmente de corazón, pero algo era algo. Les dio las gracias antes de poner su atención al entrenamiento. La castaña veía como Regulus les gritaba y decía como hacerlo mientras el observaba todo desde lo alto, sabía que era el buscador y que era muy bueno, a veces se preguntaba si él le podía superar en eso a ella, quizás alguno de esos días lo rete.
Toujours Pur
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𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️
Fanfiction(Corregida) Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos. La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.