08||Primer Sueño

8.4K 690 36
                                    




❝Que nunca termine lo que comienzo a sentir por ti❞


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Primer sueño


Todo estaba oscuro lo único que veía eran destellos de luz, hechizos y maldiciones pasaban por su lado, y los gritos se escuchaban por todos lados. Emmily no se quedó quieta un momento, viendo todo, pero no duro mucho así, pues comenzó a correr, sintiendo una extraña preocupación «Por favor, que estén bien» «¿Quién debe de estar bien?» pensaba y se preguntaba mientras lanzaba hechizos y los desviaba.

En un momento todo cambio, estaba en otro lugar, podía sentir la mano de alguien alrededor de su garganta, cortándole el pasó del aire, esa persona estaba frente a ella, intentó enfocar su rostro, pero solo podía ver que tenía el cabello castaño.

—Claro que te voy a matar y lo voy a disfrutar, pero ¿sabes que es lo que más voy a disfrutar? Va a ser cada súplica tuya y cada grito de esos bastardos, va a ser matarlos frente a ti —le dijo aquel hombre que la estaba asfixiando y, aunque su rostro aun no podía verlo, no hubo necesidad, pues con el simple hecho de escuchar su voz supo de quien era y el miedo le invadió el cuerpo.

Eso y escuchar esa risa demente que le ponía los bellos de punta y se giró a tiempo para ver como un rayo rojo chocaba en el pecho de una persona y caía hacia atrás, a través de un extraño velo, escucho su propio grito y se vio a sí misma dándole un pisotón a esa persona, que soltó una maldición y la arrojo hacía la pared, golpeándose la cabeza y perdiendo el conocimiento.

Emmily despertó bañada en un sudor frío, la respiración agitada, se llevó una mano al pecho sintiendo el corazón completamente acelerado, se sentó y recorrió las cortinas, mirando a su alrededor y dándose cuenta que seguía en su dormitorio, que seguía en Hogwarts y lo que vio fue solo un sueño. Pasó la vista al reloj que tenía en su mesita de noche, eran las tres de la mañana, las demás estaban profundamente dormidas. Se quedó ahí sentada por un momento hasta que decidió bajar a la sala para calmarse un poco.

Tomó una de sus cobijas y salió del dormitorio en silencio, la sala estaba oscura, una tenue luz verdosa se filtraba por las ventanas gracias al lago negro, con su varita volvió a encender la chimenea y se sentó en el sillón más cercano con las rodillas pegadas al pecho mientras pensaba en su sueño.

«¿Por qué soñaría eso?» «¿Qué significaba?» «¿Cuándo pasaría?» Pensaba mientras veía cómo bailaban las llamas. Ella no era una persona que soñara como lo haría cualquier persona, sus sueños siempre tenía un significado, a veces tenía que descifrar lo que significaba, otras veces, el mensaje era muy claro y su madre ya le había dicho que en su familia había magos y brujas que podían ver fragmentos del futuro de diferentes maneras, tocando a las personas, a través de las esferas de cristal o por sueños premonitores, lo que ella había heredado.

Una habilidad que detestaba a veces, le daba miedo soñar y ver la muerte de alguien que amaba, había visto algo relacionado con la muerte de su madre y lo que más esperaba no ver la de sus tíos o primo, o amigos. Aunque no siempre eran malos los sueños, pero también eran muy pocos.

Salió de sus pensamientos al escuchar que alguien bajaba las escaleras y se volteó para ver al premió anual. Regulus se detuvo al notar su presencia en los sillones y la miró con el ceño fruncido.

—¿Tampoco puedes dormir? —preguntó el pelinegro acercándose y sentándose junto a ella sin dudarlo.

—Tuve... un mal sueño. —Le ofreció una parte de su cobija, que el muchacho no dudo en aceptar y pasarlo por sus hombros, pero al ser un poco pequeña, tuvo que acercarse más a ella— ¿Y tú por qué no puedes dormir?

—Sufro de insomnio a veces, por eso bajo para pasar el tiempo —contestó viéndola a los ojos y notando como la castaña se sonrojaba un poco por la cercanía. A Emmily le gustaba ver sus ojos, ese gris que, así como es parecido al de su hermano, también eran diferentes y aunque aún no sabía bien que los hacía diferentes, quizás porque parecían más serios, pero sea lo que sea, le gustaban más.

—Sí, es un lugar tranquilo aquí abajo y a estas horas. —Soltó un suspiro y, sin saber porque, recargo su cabeza en el hombro del chico a su lado y cerró los ojos, sintiendo el aroma de su colonia flotar en debajo de su nariz. Ambos se quedaron en silencio, solo escuchando la madera quemarse. Regulus quiso ignorar el cosquilleo que apareció en su estómago por la acción de la chica, pero no pudo evitar sonreír.

No supieron cuánto tiempo se quedaron así, pero parecía que ninguno de los dos se quería mover, era muy cómodo.

—Reg —habló la castaña, rompiendo ese silenció—, ¿Tú qué piensas de los sueños premonitores?

Regulus frunció el ceño por esa pregunta y se lo pensó bien antes de dar una respuesta.

—Pues... no lo sé, eso entra en el tema de la adivinación ¿no? —sintió como ella sentía con la cabeza— Bueno, para eso no suelen ser muy certeros. ¿Por qué preguntas?

La castaña se quedó callada un rato, pensando en cómo contestar.

—Te voy a decir algo que no le he dicho a nadie, solo mi madre y dos de mis amigos lo saben —levantó la cabeza para verlo mejor, aunque Regulus casi fruncía los labios porque ella se alejara, pero se contuvo—. Yo tengo esa... habilidad, no sueño como las demás personas, pero cuando sueño...pues... suele pasar lo que vi en ese sueño.

—Y esta noche tuviste uno y por eso estas aquí —ella asintió— ¿Quieres hablar de ello?

—No lo sé, es que fue raro —frunció el ceño pensando en ese sueño—, estaba en un lugar, no sé bien donde, todo se veía oscuro y solo se veían los destellos de hechizos, se escuchaban gritos y vi a... —se quedó callada, no quería ni mencionarlo—, no sé ni cómo explicarlo, no sé qué era esa cosa, pero sentí miedo, tristeza y enojo.

—Bueno... ¿Pero te veías de esta edad o más grande? —preguntó algo confundido por la explicación de la castaña.

—Supongo que más grande, no sé, fue muy confuso todo. —Suspiro y pasó una mano por su cabello—. Creo que será mejor que vayamos a dormir, sino mañana vamos a parecer unos zombies.

—Al menos que tengas una poción para dormir —contestó el con una sonrisa entendiendo que quería cambiar de tema.

—Una poción no, pero si un hechizo —sacó su varita— ¿Traes la tuya? —él asintió y la saco—. Bien, es sencillo, solo tienes que decir icte insombia pende —dijo mientras apuntaba su varita a su pecho y como acto seguido, bostezo, sus ojos comenzaron a parecer decaídos—. Es tu... —bostezo— turno. Te recomiendo solo ocuparlo en ocasiones especiales —Regulus asintió, apuntó con su varita su pecho e imitó el movimiento y hechizo, bostezo inmediatamente causando que la castaña riera—. Buenas noches, Reg.

—Buenas noches, Emmy, descansa —la castaña sonrió por cómo la llamó, solo sus amigos lo hacían y no le molestó, solo se levantó y antes de irse se inclinó hacía el, dejando un beso en su mejilla, sin notar como las mejillas de él se encendían un poco.

—Descansa —con una sonrisa subió al dormitorio. Con esa pequeña platica y con ver sus ojos se le olvidó por esa noche el sueño, aunque tiempo después, lo recordaría.


Toujours Pur

𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora