(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝ Cada vez que la veo, me pregunto ¿Dónde estuvo todo este tiempo❞
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La querida Bellatrix
Uno tras otro baile y los jóvenes no se cansaban. Emmily extrañaba bailar, así como extrañaba a Carlos, uno de sus mejores amigos, que tenía una forma de bailar peculiar, además de sus chistes que siempre le sacaban una sonrisa, aunque tuviera una tormenta encima.
Cuando la música terminó, se hicieron a un lado para tomar aire y, en el momento que un elfo pasaba con una bandeja de copas, cada uno tomó una y Emmily iba a hablar, pero vio cómo un joven de cabello oscuro se acercaba a ellos.
—Regulus —saludo aquel joven viendo al menor de los Black para después dirigió su vista a la castaña— ¿No me vas a presentar a tu amiga?
—Novia, de hecho —corrigió el pelinegro provocando una sonrisa en el rostro de ella y que el recién llegado alzara una ceja—. Rabastan, ella es Emmily Potter, Emmy, él es Rabastan Lestrange.
Rabastan la miró algo sorprendido, pero no hizo ningún comentario al respecto, en su lugar tomó la mano de ella y beso su dorso.
—Encantado de conocerte —dijo, sonriendo de lado—. Escuche a Bella comentar algo sobre que una Potter estaba con su primito, aparte de ser una Slytherin, lo que me sorprendió un poco más.
—Sí, parece que... Bella no se puede quedar callada ¿siempre es así? —preguntó Emmily con un toque de burla en su voz.
—Lamentablemente —murmuró en el momento en que veía a su cuñada acercarse junto a su hermano.
—Vaya, vaya, pero miren quien está aquí —la pareja se giró para ver a Bellatrix llegar a su lado junto a su marido, Rodolphus, esta miraba fijamente a Emmily, con desprecio—. Creí que no te juntarías con traidores, primito, ¿Acaso quieres acabar como la escoria de tu hermano? Una Potter —soltó una risa carente de diversión—, es tan patético.
—Ya vasta Bella —dijo Regulus entre dientes, fastidiándose con los comentarios de su prima.
—No déjala, Reg —Emmily, que no apartaba la vista de ella, sonrió de lado a pesar de la expresión fría que había adquirido apenas vio a la bruja—, deja que siga ladrando.
Los tres hombres abrieron los ojos por la sorpresa de que Emmily le hablara de esa manera, sabían que muchos preferían no meterse con ella por lo demente que está, pero parecía que a la castaña no le importaba, o quizás porque aún no sabía que para Bellatrix, no existían límites.
